PANICO A TRAVES DE LAS ONDAS: LA GUERRA DE LOS MUNDOS.
por Angel Rodríguez Alvarez.
ggeifo@yahoo.com
El 30 de octubre de 1938, la víspera de la fiesta de Halloween, a las 2000 horas, un locutor que deseaba atraer hacia su emisora a los miles de oyentes que tenía el programa más popular de entonces, “La Hora de Chase y Sanborn”., que salía al aire los domingos a la hora en que Orson Welles, que así se llamaba este locutor, tenía su programa, “Mercury Theatre on the air”.
La estrella del espectáculo rival era el ventrílocuo Edgar Bergen y Charlie McCarthy su muñeco.
¿Cómo llevarse a esa audiencia que tenía el ventrílocuo y que suponía una seria competencia?.
Orson ideó un truco del que ni siquiera él podía imaginar el efecto que iba a causar entre los oyentes y entre los ciudadanos en general. Comenzó a narrar una adaptación radiofónica llevada a cabo por Howard Koch y Froelick Anne, con ideas del propio Orson, de la obra de H.G. Welles, “La Guerra de los Mundos”, presentando las dos terceras partes de la emisión de sesenta minutos del programa como una serie de boletines de noticias que eran simuladas como noticias de hechos reales, con efectos de voz y de sonidos. Esos efectos que se querían conseguir como impactantes se hicieron utilizando las grabaciones que se habían hecho en su momento con los informes del desgraciado accidente del dirigible alemán Hindenburg,
El actor Frank Readick y el resto del equipo del programa utilizaron esos sonidos adaptándolos a una supuesta invasión marciana. La cosa quedaba más o menos de esta forma:
"Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de música de baile para traerles un boletín especial de la Intercontinental Radio News. A los veinte minutos antes de las ocho,(2000 h), hora del centro, el profesor Farrell, del Observatorio de Mount Jennings, Chicago, Illinois, reporta la observación de varias explosiones de gas incandescente, que se producen a intervalos regulares en el planeta Marte. El espectroscopio indica que el gas es hidrógeno y avanza hacia la Tierra a una velocidad enorme ... "
Esa era una noticia bastante inquietante. Pero la cosa fue a más. La primera parte del programa de Welles tenía la forma de una serie de piezas musicales divididas por boletines de noticias cada vez más urgentes, informando de que un "enorme objeto en llamas", había caído en un granja cerca de Grovers Mill, Nueva Jersey.
Nunca, hasta entonces, una emisora había realizado un montaje de estas características, así que los boletines fueron tomando unos visos de verosimilitud, que de otra forma lo más seguro es que no los hubiera tenido.
Pero es que además, los oyentes que se incorporaron pasado ya el inicio del programa, donde se advertía que todo era ficción, que era una adaptación radiofónica, se tomaron muy en serio estos boletines de noticias y entonces cundió el pánico.
Se dice que muchos se escondieron en los sótanos de sus casas, otros tomaron sus vehículos y salieron huyendo y muchos llenaron las calles, contagiando el pánico a otras personas. No faltaron quienes prepararon sus armas para defenderse ante los invasores. Se buscaron máscaras o se improvisaron éstas con toallas húmedas para sobrevivir a los gases tóxicos llegados de Marte. Las noticias fueron generando un escándalo nacional.
La corresponsal del New York Times, Dorothy Thompson escribió que “de manera inconsciente, el Sr. Orson Welles y su programa “Mercury Theatre on the air”, habían logrado una de las manifestaciones más fascinantes e importantes de todos los tiempos...han demostrado que algunos efectos de voz y sonido pueden convencer a las masas de personas, de una forma totalmente injustificada, de algo totalmente fantástico logrando crear un pánico en todo el país”.
A través del tiempo, este fenómeno radiofónico de Orson Welles y su “Guerra de los mundos”, ha sido muy comentado y puesto como ejemplo, sobre todo en Ufología, de las posibilidades de generar un pánico general en una población, cuando se facilita una información determinada que puede tener consecuencias imprevisibles.
Esta cualidad potencial de algunas informaciones ha hecho que el velo del secreto, la censura, la ocultación, la desinformación, se hayan impuesto en determinados temas, entre ellos los relacionados con los avistamientos de OVNIS, para evitar esa reacción peligrosa. Al menos esa es la explicación que se da.
Pero la pregunta que debemos plantearnos es la siguiente: ¿Hubo pánico realmente, entre la población, por la emisión de aquel programa?. ¿De qué forma se podría haber evaluado en aquellos tiempos el alcance de ese pánico, en número de personas afectadas?.
Según la Real Academia Española, pánico “se dice del miedo extremado o del terror producido por la amenaza de un peligro inminente, y que con frecuencia es colectivo y contagioso”.
Esto es lo que se dice que provocó el programa de radio en la población. Sin embargo, algunas personas, sobre este caso concreto no están muy seguras de que el pánico se hubiera dado de manera colectiva, sino que en la mayoría de los casos se tradujo en miedo sin llegar a ese extremo, y no de forma generalizada, afectando a todo el país, sino en grupos determinados y muy localizados.
Hubo pánico, sí, pero menos del que se ha dicho hasta ahora, aunque en algunas personas fue bastante intenso, saliendo a las calles dando gritos, lo que propagó las noticias y el temor.
¿Cómo se podía llegar, en aquellos tiempos, a poder conocer con detalle el alcance, geográficamente y en intensidad, del descontrol emocional de las gentes?.
Los medios de comunicación se hicieron eco del asunto y ya fuera por dar más importancia a la noticia o porque se hizo notar de manera real ese pánico entre la población, el caso es que dieron cuenta de ese miedo como de alcance generalizado y afectando a todo el país. Se comunicaron, incluso algunos suicidios, entre los más descontrolados, aunque posteriormente se negó ese extremo..
Parece que, contrariamente a lo que niegan los detractores del alcance del pánico creado, éste sí se dio en una gran cantidad de personas y de lugares.
Los marinos de la Navy fueron convocados a los barcos surtos en los muelles de Nueva York.
Las estaciones telefónicas de periódicos y de emisoras de radio estaban colapsadas. Los militares de la Reserva fueron convocados para defender a su país, ante la supuesta invasión, mientras hombres y mujeres histéricos y llorosos rezaban por las calles.
Muchas personas cargaron muebles y objetos valiosos en sus vehículos. Los caminos y carreteras estaban llenas de automóviles que intentaban llegar a las colinas. Los restaurantes se vaciaban y las esposas intentaban localizar por teléfono a sus maridos.
La lista de situaciones creadas por el pánico es muy larga, por lo que sí parece que se pudo comprobar el alcance de ese miedo.
No quiero ni pensar en lo que habría sucedido si se hubiera dado una situación similar, pero real.
A partir de esa fecha la radio, y concretamente el programa que estamos citando, se convirtió en el ejemplo más claro para explicar lo que es la histeria de masas y cómo se podía manipular a la gente en los años cuarenta.
Algunos psicólogos utilizaron el análisis de las reacciones de los oyentes para explicar que los pánicos sociales ocurren cuando los grandes grupos de población son incapaces de discernir entre fuentes de información confiables y no confiables.
Se dice que cuanto ocurrió el 30 de octubre de 1938 no podría ocurrir en la actualidad, pero yo tengo mis dudas cuando veo la credibilidad de las gentes y la facilidad que algunas personas tienen para manipular a la opinión pública. Entiéndase como ejemplo lo que ocurre cuando los partidos políticos de muy diferentes signos hacen que sus mensajes, por lo general falsos y malintencionados, calan entre grandes grupos de población, llegando a provocar enfrentamientos y división entre esos grupos.
Incluso campañas publicitarias comerciales efectúan montajes que crean falsas realidades para posteriormente vender un producto, una vez que el camino se ha allanado para que ese producto llegue fácilmente a sus destinatarios.
Es cierto que, en caso de una supuesta invasión extraterrestre, dada esa invasión a base de boletines de noticias de radio o televisión no puede hacerse como lo hizo Orson Wells, pues la gente contrastaría la información recibida con la proveniente de otros puntos de información, que no darían ese mismo mensaje, por lo que una noticia que tiene un solo origen no es fiable.
Pero en forma de campaña publicitaria sí se podría hacer llegar a todos los medios de comunicación, y en ese sentido tenemos la que se ha llevado a cabo para promocionar la película “2012”, sobre una supuesta destrucción de nuestra civilización, que ha tenido un amplio eco y que mucha gente ha tomado como algo real, creándose grupos más o menos paranoicos de creyentes en ese inminente fin de nuestra civilización. Esos grupos en un momento dado pueden llegar, en su histeria y su irracionalidad, a realizar Dios sabe qué acciones peligrosas para ellos mismos o para los demás.
Pero hay un precedente ya antiguo, que se sitúa en el tiempo en el año de 1944. Concretamente el día 12 de noviembre de ese año a las 2130 horas.
¿Es posible que la gente no aprenda de hechos anteriores y caiga nuevamente en el error?. Sí. Por supuesto que sí, pues así es el género humano.
Este nuevo suceso ocurrió en Santiago de Chile, y el procedimiento fue el mismo. En este caso William Steel y su ayudante Pablo Zenteno fueron los artífices.
William Steel, que ya había trabajado en la radio y concretamente en “La Sombra”, uno de los programas de Orson Welles, preparó el guión para esta segunda “Guerra de los Mundos” chilena.
El lugar de aterrizaje alienígena lo situaron a unos 15 kilómetros al Sur de Santiago en la localidad de Puente Alto. Se siguió el mismo procedimiento o sistema de boletines de noticias, con resultado de pánico general.
Un electricista, en Valparaíso, a 70 kilómetros al Noroeste de Santiago se asustó tanto que murió de un ataque cardíaco.
Se informó de la destrucción del centro de Santiago, participación supuesta de organizaciones de emergencia, informes del Ministerio del Interior y se informó también de la destrucción de cuarteles y bases militares
Se habló de miles de refugiados huyendo por las carreteras y esto se convirtió después en realidad, y las gentes salieron a las calles totalmente histéricos o se atrincheraron en sus hogares. Pánico general, incluso más intenso que en 1938.
Un gobernador de una provincia informó al Ministro de la Guerra que él había puesto a sus tropas en estado de alerta, para repeler la invasión extraterrestre.
Otro "War of the Worlds" adaptación fue transmitido el 12 de febrero de 1949, en Quito, Ecuador. Ecuatorianos locales se amotinaron después de enterarse de que la transmisión no era más que una broma. Turbas enfurecidas incendiaron el edificio de la estación de radio y las oficinas del diario ecuatoriano El Comercio. Veinte personas murieron como consecuencia de los disturbios originados y los daños superaron ampliamente los 350.000 dólares.
Tres empleados de la emisora de radio fueron detenidos y juzgados.
Increíble, ¿verdad?. Pues así es nuestra sociedad. Así son las gentes.
¿Volverá a llevarse a cabo otra emisión similar a las citadas anteriormente?. No de esa forma, pero sí a través de los nuevos medios de comunicación de masas, cuyo poder se ha demostrado hasta la saciedad.
Orson Welles fue contratado por Holliwood y en 1941 produjo la película Ciudadano Kaine, considerada la mejor película de los Estados Unidos jamás realizada.
El hecho forma parte de la cultura popular y es muy analizado en Ufología.
REFERENCIAS:
LA GUERRA DE LOS MUNDOS. (RADIO):
http://es.wikipedia.org/wiki/La_guerra_de_los_mundos_(radio)
EL PODER DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS EN LA SOCIEDAD MODERNA:
http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__10da746f-7a07-11e1-82c5-ed15e3c494af/index.html
HISTORIA DE LA RADIO:
http://www.slideshare.net/maxiaracena/historia-de-la-radio-9070649 |