Mas alla de la mar oceana
MAS ALLA DE LA MAR OCEANA

Por Ángel Rodríguez Álvarez
 
ggeifo@gmail.com

        
A lo largo de los miles de años que conforman la Historia de la             Humanidad han aparecido algunos personajes que para bien o para mal,             han destacado entre los demás, siendo parte muy importante de la             sociedad en la que vivieron, y llegando incluso a modificar en gran             medida o incluso todo el devenir histórico de esa Humanidad.
Uno de esos personajes se llamaba Cristóbal Colón, y todos conocemos cuál fue la causa de que marcara de manera importantísima nuestra             Historia.
Personaje misterioso donde los haya, ha sido alabado y vilipendiado con igual pasión, siendo considerado héroe, e incluso santo por muchos y villano miserable por otros tantos.
No fue ni una cosa ni otra, pues ese tipo de calificaciones siempre dependen de las emociones e ideologías de quienes las manifiestan, y lo normal es observar y analizar a ése, y a cualesquiera otros personajes a la luz de la razón fría y lejos de todo fanatismo o toma de posición ideológica.
El primer enigma que muchos estudiosos pretenden tener aclarado ya, es el origen de este navegante del siglo XV, quien después de muchos avatares se dice que descubrió un nuevo mundo en el año de 1492, tal como nos narran las crónicas.
Hasta el momento, (y sea de donde sea Colón), lo que está claro es que el hombre no es de donde nace a la Vida, sino de donde nace al Destino, que es una forma más fina de decir el refrán aquél que indica que el hombre no             es de donde nace sino de donde pace. Y se diga lo que se diga, el             navegante de quien estamos hablando nació al Destino en España, al             servicio de la Corona Española, y aquí se forjó y se llevó a cabo su             gesta de ofrecer al mundo conocido otro mundo, oculto hasta el             momento, independientemente de cuántos fuesen los que hasta allí             llegaron anteriormente.
Existen multitud de estudiosos y expertos, así como otros a quienes animan intereses de naturaleza sobre todo política, cuyo afán es demostrar que Cristóbal Colón no fue el primero en descubrir este continente americano, por lo que tratan de dejar su hazaña reducida a una visita más sin importancia alguna, dentro de las innumerables visitas efectuadas con anterioridad por otras personas que llegaron antes que Colón a América.
Se aduce que llegaron allí en tiempos remotos, los polinesios, los vikingos, los templarios, etc., e incluso navegantes y pescadores que fueron             arrastrados por tormentas o por otras circunstancias hasta las costas americanas.
Sin embargo un descubrimiento, o la llegada de una o muchas personas a un lugar no visitado anteriormente por nadie y por tanto desconocido en este caso por el resto del mundo, no tiene significación alguna si se sigue ignorando la existencia de ese lugar posteriormente a su descubrimiento, y no afecta en ningún sentido al desarrollo posterior del mundo conocido.
Esto es lo ocurrido con el continente americano.
Es cierto, y restos arqueológicos parecen demostrarlo así, que esa zona tuvo muchos visitantes, pero ¿qué trascendencia tuvo éso para la Humanidad?. ¿Se supo, en su momento, de ese descubrimiento?. ¿Tuvieron una             continuidad esas visitas y modificaron en algo la Historia?. Está             claro que no, pues en 1492 nadie sabía de la existencia de ese             continente, y si alguien lo sabía, ese conocimiento estaba             circunscripto a grupos o personas a quienes interesaba mantener             oculta la existencia de ese nuevo mundo.
A nosotros nos interesan, uno por uno, quienes arribaron a América antes del Almirante, por razones diferentes a las meramente históricas, por nuestro interés en los temas más o menos misteriosos, pero seguimos insistiendo en que la llegada de Cristóbal Colón a tierras situadas al otro lado del Atlántico es la que verdaderamente debe constar como la             oficialmente aceptada, por las consecuencias que tuvo en el            desarrollo posterior de ambas sociedades: la americana y la del             Viejo Mundo.
¿Quién fue este hombre, mareante o navegante, pues de cualquiera de estas             formas podía definirse en la época, puesto al servicio de la Corona             Española, que despierta tantas pasiones aún hoy día, y que nunca             quiso aclarar su verdadero origen?.
"Un pirata negrero lleno de crueldad, avaricia, egoísmo y soberbia", es la definición  que de nuestro personaje da, creo que un poco a la ligera, el historiador Nectáreo María, quien no se sitúa en la época de la que estamos             hablando, y por tanto de la mentalidad de aquellas gentes, propia en             todo el mundo conocido, y que este historiador no debería             desconocer, si realmente es un historiador racional y no un             cantamañanas, como parece ser.
"Asesino miserable", según otros, que ya había estado anteriormente en el citado continente a bordo de un barco de pesca, donde él figuraba entre la tripulación. Este barco pesquero iba al mando de Alonso Sánchez de Huelva, y un vendaval arrastró esta embarcación desde Galicia hasta las costas americanas.
En su momento Alonso decide regresar a España, y otros             tripulantes, entre éllos Colón, regresan con él, quedando en América             unos pocos, en el lugar que posteriormente se denominó "La             Española".
Durante el camino de regreso se dice que Colón asesinó a Alonso para robarle los mapas y anotaciones que este último había realizado previsoramente, y que fue la documentación que Cristóbal Colón utilizó posteriormente, en su viaje a las tierras que, según esta versión, ya eran conocidas por él.
Así pues, sus detractores  añaden un nuevo título a Colón: el de asesino.
Usurpado pues el lugar de Alonso, Colón desviaría la embarcación, siempre según esta versión, para hacerla llegar a Lisboa, donde se presenta como marino italiano.
No explican, estos detractores, cómo se hizo con el mando de la embarcación, pues existían otros tripulantes, además de él. No se entiende que le permitieran asesinar a su capitán, robarle sus mapas y notas, adueñarse del barco y desviarlo a donde a él le pareció mejor.
¿Nadie se opuso?. ¿Les pareció normal lo sucedido?. No acabo de verlo con claridad, a menos que nos percatemos que toda esta ponzoña contra el Almirante nace en países de gobiernos revolucionarios de sentimientos antiespañoles, que desean, mediante la mentira y la difamación, cambiar la Historia para adecuarla a sus intereses políticos.
Sin embargo, la versión desde siempre conocida y aceptada es que, hallándose Colón en las Islas Madeira, llegaron a Porto Santo unos náufragos, desaparecidos mucho tiempo atrás, tripulantes de un barco llamado "La Santa Susana", que se creía perdido para siempre.
Este barco fue arrastrado hasta América y después de estar una temporada en aquellas tierras decidieron regresar, naufragando cuando estaban a punto de llegar a Porto Santo.
Murieron todos, excepto Alonso Sánchez, el capitán, quien en             estado agonizante fue recogido en la casa de Cristóbal, donde fue             atendido solícitamente, hasta su muerte.
Alonso dejó en agradecimiento a Colón, como herencia, los mapas y notas sobre las tierras americanas, así como los itinerarios, distancias, etc., que             el navegante utilizó posteriormente para su viaje, de forma legítima, por tanto.
Así pues, la versión del Colón asesino nos parece una majadería propia de ciertos fanáticos bolivarianos, y otros de pasiones similares, que no cejan en su estúpido empeño de arrojar basura sobre los hechos históricos relacionados con los conquistadores españoles, que dentro de su reprobable comportamiento en muchas ocasiones, sin embargo fueron infinitamente mejores que los conquistadores ingleses, franceses y de otros países. Tengamos siempre presente que hablamos del siglo XV, y que en aquella época la gente era dura, cruel, ignorante en toda Europa y en otras partes del mundo, por lo que no podemos juzgar sus acciones desde nuestra mentalidad actual. Incluso en la propia América la crueldad estaba             bastante extendida, incluyendo la esclavitud, los sacrificios             humanos y el canibalismo.
¿Que no se debía haber efectuado la Conquista?. Tal vez, pero desde la Antigüedad unos pueblos han conquistado a otros, (romanos, fenicios, cartagineses, bárbaros, ingleses, franceses, etc.), pero sólo se acusa a los españoles de todo lo peor.
Pero ésto ya es pasado, y nada vamos a cambiar sea cual sea nuestra opinión y coincida ésta o no con la realidad.
Hay otros aspectos que nos interesan más en este trabajo, que no debe ser             contaminado por ideologías políticas irracionales, o por simpatías o             antipatías.
El año 1492 parece tener una significación especial, enigmática y de una enorme importancia para todo el mundo civilizado, según el concepto que se tenía de la civilización en aquel tiempo, pues civilización era, a fin de             cuentas, lo que formaban los pueblos indios del continente             americano, y una civilización, por cierto, muy bien estructurada y             muy avanzada.Varios hechos concurren en el tiempo y participan de             manera común en el descubrimiento del Nuevo Mundo, que como ya             sabemos no es que fuera descubierto físicamente en ese año, sino             descubierto o dado a conocer de forma generalizada a todo el mundo,             pues su existencia había sido ocultada por muchas y diferentes             razones.
Fue en el año de 1492 cuando sube al trono papal un español, con el nombre de Alejandro VI. Su nombre era Rodrigo Borja, de             ascendencia judía. Así pues tenemos que era español y de ascendencia             judía.
En esos años, El Papado era reconocido por todas las naciones             como el Tribunal Supremo de las leyes internacionales, nada  menos.
España era odiada y se temía su poder, por lo que era socavada en diferentes frentes, por lo que urgía una unidad nacional, que             reforzara su estructura, labor que iban a llevar a cabo dos personajes decisivos para la Historia de España: Isabel y Fernando, los que fueron llamados Reyes Católicos. Para éllo, se necesitaba el matrimonio de esos dos personajes reales, aunque los nobles españoles de ascendencia no judía, preferían que Isabel se casara con un rey inglés, o con el de Portugal.
Pero el interés de los judíos por unir las coronas de Aragón y Castilla era enorme, y llegaron al acuerdo de comprar un collar por valor de 40.000             ducados, para que el príncipe se lo regalase a la Infanta, pues las             arcas de Aragón estaban casi vacías.
Fernando era biznieto de judíos, concretamente de una hermosa judía llamada Paloma de Toledo. Tenemos pues un rey de ascendencia judía sefardita, de ahí el apoyo que le ofrecían.
Ahora bien: este matrimonio hubiera sido algo muy difícil,             seguramente imposible, si no hubiese contado con un apoyo decisivo             de los judíos catalanes y aragoneses, que lograron que los judíos             castellanos ayudasen a la pareja real. Hubo muchas presiones,             considerando éstas en el buen sentido, claro.
Para que se lograse este matrimonio hubo muchas entrevistas entre numerosas personalidades, y entre los que más influyeron en este empeño destaca una persona prestigiosa en los ambientes de la nobleza,             llamado Abraham Senior de Segovia. Habló con multitud de nobles y             los inclinó para favorecer la unión entre la Infanta Isabel y el             Príncipe Fernando.Un judío llamado Jaime Ram, que era el hijo de un             rabino entregó a D. Fernando 20.000 sueldos para los gastos del             viaje a Castilla.
Numerosos recién convertidos al cristianismo ocupaban puestos importantísimos en el Estado, y se sabía que muchos de los conversos practicaban a escondidas los ritos judaicos.
Muchos investigadores consideran asimismo a Cristóbal Colón como de origen judío, perteneciente a algún grupo esotérico, y que conocía la             existencia de ese nuevo mundo, a quien consideraban el lugar a donde             habían ido a parar las Diez Tribus perdidas de Israel, desde que,             según la Biblia, en el año 722 a.C. el rey Sargón II dispersó a la             población del reino de Israel y nunca más se supo de esas Diez             Tribus. ¿A dónde podrían haber ido a parar?: a Asfareth, que             significa para los judíos "La otra tierra" y que consideraban que era América.
También judío, aunque recién convertido al Cristianismo era el confesor de la Reina, (desde 1478) que tuvo un papel importantísimo en los acontecimientos del Descubrimiento, pues su influencia sobre Doña Isabel era enorme.
Así pues, judíos y conversos contribuyeron en lograr que la empresa de Cristóbal Colón se hiciese realidad. Los judíos fueron el motor que movió esa empresa.
Sin embargo, coincidentemente con todo ésto, se produce en España la             expulsión de los judíos, y los artífices de esta expulsión fueron,             precisa e increiblemente, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. El             mismo día ( 03 de octubre de 1492), que desde el Puerto de Palos, en             Huelva, salían las naves de Colón, salían también de España los             judíos, expulsados para siempre. Todavía hoy, muchos descendientes             de los judíos sefardíes españoles guardan como un tesoro la llave de             su casa en España. Y hablan el Ladino, que era la lengua que se             empleaba por esta comunidad en aquellos tiempos. Ladino viene del             verbo ladinizar, que significa traducir, pues éllos fueron los             primeros que tradujeron los clásicos a la lengua castellana. Fueron             muy criticados por éllo, pues se consideraba que lo que hacían era             vulgarizar esas obras.
"Vo avlar por todas las okasiones onde los proverbos, dichas, konsejos i konsejas, ets. aiudan.Vo avlar por la musika ke nuestros nono trusheron de la Espanya.Vo avlar por las kuras i melizinas de las mujeres, ets....".

El drama de la diáspora de los judíos españoles comenzaba.
Así pues, los Reyes Católicos expulsaban a quienes más les habían apoyado.
¿Cómo se puede entender ésto?. ¿Qué mueve los hilos de todo este             enredo?.
En el puerto de Palos, mientras tanto, hay una actividad frenética.
Con voz clara y potente, la voz de los pilotos de la nao y de las carabelas sonó en el silencio del amanecer:

"¡Larga trinquete en nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas y un sólo Dios verdadero, que sea con nosotros y nos guarde, que acompañe y nos dé buen viaje a salvamento y nos lleve y vuelva a nuestras casas!".

Rápidamente, las tripulaciones soltaron amarras, maniobraron en el            conjunto de cabos, aparejos y velas de cada embarcación, y momentos             después las tres naves del Descubrimiento abandonaban el puerto de             Palos de la Frontera, y comenzaban su ruta hacia el proceloso             Océano.
En la Nao "Santa María", nave Capitana de la pequeña flotilla, iba Cristóbal Colón al mando.
En la carabela "La Pinta" iba Vicente Yáñez Pinzón y en "La Niña" iba Martín Alonso Pinzón.
Así pues, el Maestre o Capitán era quien llevaba el mando del buque,             mientras que el piloto era el encargado de anotar la situación,             establecer la derrota y ordenar el rumbo para seguir esa derrota,             según los planes establecidos por el Almirante.
El Contramaestre dependía del Maestre y del Piloto, y era quien distribuía el trabajo a bordo, tal y como ocurre en los barcos de la actualidad.
Previa a la salida, y durante varias jornadas, Colón y los Maestres de las dos carabelas junto con los pilotos, habían estado planificando la ruta a seguir, insistiendo el Almirante en salir con rumbo hacia el Sur, en demanda de los paralelos 27 y 28, con objeto de utilizar los vientos favorables para tomar rumbo hacia el Oeste, lo que demuestra, claramente, que Cristóbal Colón sabía a dónde iba, y la mejor ruta a seguir para llegar a su destino. El Almirante seguía los itinerarios e indicaciones dados por el protonauta Alonso Sánchez de Huelva. No iba pues al azar, como se afirma. Iba, claramente,en demanda del continente que con el tiempo recibiría el nombre de América.
Tomaron pues una derrota inicial que les llevaría hacia las Islas Canarias. La flotilla alcanzaba una velocidad media de 6 a 7 nudos por hora.
En las Canarias hubo que cambiar el gobernario o timón de "La Pinta", y las velas de "La Niña" cambiando las velas latinas por unas velas cuadras, para mejorar su velocidad, pues se le notaba desventaja con las otras dos naves, retrasando su marcha. "La Niña" se convirtió así en la más rápida de la expedición.
Los barcos iban bien pertrechados para hacer frente a la ruta hacia el Nuevo
Mundo, pese a lo cual en la isla de La Gomera bajó a tierra un grupo             de marineros para pertrecharse de agua, carne, leña y cuanto fuera             necesario.
A bordo de los tres navíos había víveres para unos 15 meses y agua para 6 meses, siendo la razón diaria por cada persona unas 2 libras de bizcocho o galleta, 1 libra de tasajo, (carne salada), 0,25 libras de arroz o legumbres secas, 1 litro de agua, 3/4 de litro de vino, 50 gramos de vinagre y 1/4 de litro de aceite.
El vinagre se utilizaba para mojar el pan, pues éste, al ser sin levadura, se endurecía y había que reblandecerlo para poder consumirlo.
En una exposición sobre el Descubrimiento hicimos unos panes a la manera de los que utilizaban en las naves de Colón y efectivamente, se convertían en auténticas piedras. También se comía mucho tocino.
Realizamos una reconstrucción de una cocina o fogón de los que llevaban estos buques para preparar la comida, (se comía caliente sólo una vez al día), y esta cocina o fogón consistía en arena, sobre la que se colocaba una chapa o caja de hierro, y en esa caja o chapa se ponía la leña, para el fuego. La arena impedía que la cubierta, de madera, se quemase.
De una cadena se colgaba el perol o marmita sobre el fuego.
El desayuno se tomaba frío, y la comida se hacía para la oficialidad y principales de a bordo, debiéndo el resto buscarse la vida como mejor pudiera.
A bordo se llevaban animales vivos, como caballos, cerdos, gallinas, etc, por lo que la peste, unida a la de la tripulación y a la de las letrinas era             enorme. Un barco de aquéllos era un gran corral.
Para dormir sólo había un camarote, que era para el Capitán. El resto de la             tripulación dormía en cubierta, en jergones o esteras.
Él 6 de septiembre, la flotilla de Colón tomó, finalmente, rumbo hacia lo             desconocido, con viento alisio favorable y mar en calma. Pero ¿rumbo             hacia lo desconocido realmente?.
En el momento en que los barcos que se dirigían al Nuevo Mundo abandonaban el puerto de Palos, los pocos judíos que aún quedaban abandonaban Sefarad, con destino a diferentes países de Europa.
España quedaba libre, oficialmente, de judíos. Los que quedaban lo hacían clandestinamente y corrían un gran riesgo.¿Cuántos judíos había en España en el momento de su expulsión?. La comunidad sefardita se calcula en unos 200.000, si bien otros investigadores reducen ese número a tan sólo             100.000.
Llegaron a nuestro país en el siglo I d.C., aunque se habla incluso del II a.C., por lo que estuvieron aquí durante quince siglos por lo menos. Durante ese tiempo sufrieron muchos ataques y persecuciones.
Su expulsión, por los Reyes Católicos, supuso un retroceso cultural para España durante mucho tiempo, (no olvidemos que desde Alfonso X el Sabio, con ayuda de los árabes, los judíos recopilaron y tradujeron en nuestro país, en un esfuerzo gigantesco, todo el saber humano). No olvidemos, tampoco, que a España se la considera como la cuna de la Cultura Universal.
El judío que no se convertía debía abandonar el país, o podía ser condenado a muerte y sus bienes confiscados. Fue un tremendo drama humano, y un gravísimo error histórico.

 "Salieron de la tierras de sus nacimientos, chicos y grandes, viejos y niños a pie, y caballeros en asnos y otras bestias y en carretas y continuaron sus viajes cada uno a los puertos que debían de ir; e iban por los caminos y campos con muchos trabajos y desventuras, unos cayendo, otros levantando, otros muriendo, otros naciendo, otros enfermando, que no había cristiano que no hubiera dolor de éllos, y los rabinos los iban esforzando y hacían cantar a las mujeres y mancebos y tañer panderos y adufes para alegrar a la gente y así salieron de Castilla". Cura Bernáldez.

Como dije en una ocasión: "Si Israel es el pueblo elegido por Dios,             a mi Dios que no me elija".
Había que lograr una unificación política, pero también religiosa, para poder establecer un estado fuerte. Al mismo tiempo existían envidias y recelos, por las prerrogativas conseguidas por los judíos, así como por sus grandes fortunas, lo que hizo que muchos nobles y clérigos presionaron sobre la Corona.
La Inquisición, creada en mala hora por los Reyes Católicos en 1478 como tribunal eclesiástico y como instrumento de unificación nacional, descubrió
que muchos conversos, asesores de los reyes, clérigos y personas             principales, seguían celebrando el Sabat a escondidas, y que incluso             existían sinagogas clandestinas, subterráneas, por lo que se fueron             sumando causas para lograr que los judíos fueran expulsados por los             Reyes Católicos.
No importaba que fuese justo o no, lo que importaba era esa unificación y se hizo contra quienes precisamente más habían apoyado a quienes les expulsaban ahora.
Los países enemigos de España utilizaron la expulsión de los judíos y musulmanes así como ciertos desmanes realizados contra los nativos americanos de aquellos tiempos colombinos como argumento central para crear la imagen de un país intolerante, malsano y con tintes racistas bastante
acentuados.
España, los españoles, cometieron muchos errores, pero no tantos ni tan horribles como se les achacan.
Con el tiempo, integrados en diferentes países de Europa, los judíos sufrieron las consecuencias de un creciente antisemitismo, que tuvo su mayor expresión en el Holocausto generado por el III Reich. Se dice que             España fue el inductor de ese antisemitismo, consecuencia derivada             de los hechos de 1492, lo cual es falso y una gran estupidez.
Los judíos españoles nunca guardaron rencor hacia España. Varios miles             regresaron con el tiempo, se convirtieron y se establecieron             nuevamente aquí.
Los judeoespañoles, repartidos por Europa, fueron exterminados por los nazis.
Volviendo a los barcos de Colón, estos iban navegando hacia el Oeste, mientras `por la popa iban quedando las Islas Canarias, y por la proa se presentaba ante la flotilla un vasto Océano, lleno de misterios y leyendas.
La navegación se presentaba tranquila, con seis cambios de                     guardia. En períodos de media hora el grumete que estaba de                     guardia le daba la vuelta al reloj de arena que llevaban para medir el tiempo. El grumete cantaba a viva voz la siguiente cantinela:

"La guardia cambia, el reloj se vuelve, haremos buen viaje si Dios quiere".

A lo que otro contestaba:

“Dios nos dé buena guardia, señores marineros que ya es hora, leva, leva, leva".

Algunos creían que se dirigían al fin del mundo, tal como era creencia popular por aquel tiempo, donde hallarían seres mitológicos algunos de                     éllos terribles y comedores de hombres, como los cíclopes,                     serpientes marinas, etc., por lo que abrigaban algo de temor, si bien se guardaban de manifestarlo.
Otros pensaban que se hundirían en un abismo, que se abriría a sus pies en                     cualquier momento.
El primer hecho misterioso que observaron ocurrió en la noche del 15 de septiembre, nueve días después de haber dejado atrás las Canarias.
Colón lo reflejó en su Diario, compendiado por fray Bartolomé de las Casas:

"Navegó aquel día con su noche, veintisiete leguas su camino al                     Güeste y algunos más. Y en esta noche al principio de élla                     vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar                     lexos de éllos cuatro o cinco leguas"

Evidentemente, a estas alturas no vamos a saber qué fue lo que vieron en realidad estos hombres, aunque hay quien afirma que se podría tratar                     de lo que en Ufología se denominan OSNIS, objetos que se                     ocultan bajo el mar, (Objeros Submarinos No Identificados).                     Para éllos fue algo sorprendente y maravilloso.
El segundo hecho misterioso de los que se rumorean que sucedieron en                     los viajes de Colón, hace referencia a que el Almirante divisó, el 25 de Septiembre la legendaría Isla de San Brandán. La existencia de esta isla se creía tan real que figuraba en los mapas hasta finales del siglo XVIII y fue                     vista por numerosos viajeros que la veían aparecer y                    desaparecer ante sus ojos. Uno de estos viajeros sería Cristóbal Colón. ¿Se trata de un espejismo?. Se la llama la "octava isla de las Islas Canarias".
Una de las últimas veces en la que la tal isla fue avistada ocurrió en el año de 1967, año en que fue vista por miles de personas desde la                    isla de Hierro. No hablamos, pues, de una o dos personas, sino de miles de testigos.
Curioso y fascinante tema el de esta misteriosa isla.
Otro OVNI, según afirman algunos interesados en el tema, fue avistado por Colón en la noche del 11 de octubre, a punto de llegar a tierra.

"Después del sol puesto, navegó a su primer camino, al Güeste. Andarían                     doce millas cada hora y hasta dos horas después de medianoche andarían noventa millas que son veintidós leguas y media. Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero                     que se decía Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada, que no quiso afirmar que fuese tierra; pero llamó a Pedro Gutiérrez, repostero de estrados del Rey y díjole que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y viola; dijole también a Rodrigo Sánchez de                     Segovia, que el Rey y la Reina enviaban en el armada por                     veedor, el cual no vio nada porque no estaba en lugar donde la pudiese ver.
Después de que el Almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos pareciera ser indicios de tierra". Se hallaban a 14.5 leguas de tierra, o sea 40                     millas aproximadamente, distancia que dicen ser excesiva para que una hoguera fuese vista desde los barcos. Sin embargo parece ser la explicación más racional.
El día 12 de octubre, Rodrigo de Triana gritó el tan esperado: "¡Tierra!.                     ¡Tieeeeerraaaa a la vistaaaa!.
Los navegantes españoles habían llegado a su destino, después de mucho sufrimiento y ya totalmente desesperados.
Colón realizó una gesta que fue trascendental para la Humanidad, pero ¿quién era este misterioso navegante, que se creía elegido por Dios para llevar a cabo una trascendental misión?.
¿Cómo se llamaba?. ¿Dónde nació?. ¿Cuándo nació?. ¿Cómo era físicamente?. ¿Por qué no se le puso su nombre al continente americano?. ¿Dónde están sus escritos y sus mapas?. ¿Por qué murió arruinado si era el             hombre más rico del planeta?. ¿Dónde está enterrado?. ¿Por qué se             dio a conocer América en esos tiempos y no antes o después?.
Son numerosas las preguntas que se hacen sobre la figura de Cristóbal             Colón, lo cual es muy extraño, pues no es frecuente que de un             personaje de la talla de este hombre se ignoren tantos datos, como si existiese una voluntad deliberada, no sólo por su parte, sino por             parte de cuantos lo rodeaban por mantener su figura tan oculta. Ni             siquiera un agente de un servicio de seguridad gubernamental, en la             actualidad, conseguiría tanto secreto sobre sí mismo, y que ese             secreto perdure hasta hoy día es sorprendente.
¿Qué es lo que se trata de ocultar de Colón y por qué?. ¿De qué forma podría afectar a la sociedad de aquellos tiempos y aún a la de hoy día, el que se hubiesen conocido todos los datos personales y profesionales de este
personaje, al igual que se conocen los de otros muchos que también             tuvieron una significación importante en la Historia de los pueblos?. Algo extraño, muy extraño hay ahí, que tal vez no lleguemos a conocer nunca.
Sus escritos desaparecieron, salvo alguna carta comercial o particular sin ninguna relevancia.
Desaparecieron los Diarios de todas sus navegaciones, y sólo conocemos lo que nos narra fray Bartolomé de las Casas y el hijo de Cristóbal Colón,             Fernando (Hernando).
Sea como fuere, cuando el Almirante y sus hombres pusieron el pie en tierra, en las arenas de las playas de la Isla de Guanahaní rebautizada como San Salvador, algo cambió profundamente en el planeta Tierra, para bien o para mal, (en ocasiones positivamente y en otras negativamente) .
Cambió para el mundo conocido y cambió, también y de gran manera para los habitantes de este continente americano.
Hemos dicho que otros navegantes habían llegado antes que Colón, desde los tiempos más remotos a los más cercanos a 1492, pero ninguno de esos viajes tuvo trascendencia alguna ni modificó nada de lo establecido hasta             entonces.
Los españoles llegaron allí porque debían llegar, en esas fechas, y en la forma en que lo hicieron.
No. No fueron criminales. Fueron gente ruda, bastante ignorante, con la forma de ser y de pensar de los habitantes de la Edad Media, a quienes no podemos juzgar con la mentalidad actual. Hubo grupos y personajes             especialmente crueles y destructivos, eso sí.
Con la llegada de los españoles cambió el comercio, cambió la forma de organizarse la sociedad, cambió la visión del mundo y se acabó definitivamente la Edad Media, para entrar con dolor, como dolor tienen todos los partos, en una nueva era. Ya nada volvería a ser igual que lo había
sido antes.
Hubo desmanes, sufrimiento, interferencia en el normal desarrollo y evolución de los pueblos indígenas llamados "indios", "amerindios" y de muy diversas maneras, aunque nada es estable, duradero, no sujeto a cambios sean estos traumáticos o no, en la superficie de este sufrido planeta nuestro.
Los españoles han sido acusados de un comportamiento abusivo, brutal y miserable con las poblaciones autóctonas, y en muchas ocasiones fue así, si bien se han exagerado por motivos politicos o ideológicos los hechos             reales.
No se puede disculpar ese comportamiento ni pretender negar lo que es innegable, pero  hablar de que los españoles exterminaron a nada menos que 60.000.000  de indios, de forma cruel y deliberada me parece una exageración, teniendo en cuenta, sobre todo, que la población indígena no superaba los 20.000.000. Pero aunque fuesen 100.000.000, nadie puede creerse, si está en su sano juicio, que los conquistadores se hubiesen llevado por delante nada menos que a 60.000.000.
Los anglosajones y otros europeos tuvieron un comportamiento infinitamente más negativo que el de los conquistadores españoles, sin embargo se carga las tintas siempre sobre éstos, creando una leyenda negra que multiplica por tres los desmanes cometidos.
En el norte, los pueblos anglosajones exterminaron de manera definitiva a los indígenas, quedanto tan sólo un 1% de la población recluídos en lugares llamados "Reservas Indias", pero nadie los critica.
En Sudamérica, sin embargo, quedan miles de indios, en algunos países superando el 50% de la población, con un elevado número de mestizos también. Algunas tribus ni se enteraron de la existencia de los conquistadores, ni les afectó ni directa ni indirectamente esta conquista.
Hubo mezclas entre españoles y nativos, cosa impensable y repugnante para anglosajones y otros, que no se mezclaron jamás.
Para algunas tribus fue providencial la llegada española, y se aliaron con los conquistadores, pues estaban sojuzgados por otras tribus, y muchos             servían de esclavos o de víctimas, cuando no de comida. Había             celebraciones indígenas que eran verdaderas orgías de sangre, con             degollamientos y mutilaciones en masa.
Decir, como se ha dicho, que el Papa, los Reyes Católicos, Colón y los que manejaban las finanzas en Europa se habían reunido secretamente y habían planificado la conquista de América, cuya existencia conocían, y que tenían
perfectamente preparado un exterminio en masa de los pueblos indios,             hasta que no quedase ni uno, me parece pura propaganda bolivariana e             indigenista, con fines publicitarios y populistas, como cuando un             dirigente de un país sudamericano afirmó que Colón era peor que             Hitler, y que en ese sentido criminal había que considerar al             Almirante cada 12 de octubre.
Una cosa está clara: Si los descubridores de América hubieran sido otros europeos y no los españoles, de los indios no quedaría en la actualidad ni el
recuerdo.
Esto no justifica nada, pero pone las cosas en su sitio.
Pero me queda una duda, ¿ocurren las cosas en este mundo por             casualidad, o todo nuestro curso histórico está dirigido y controlado por alguien, que decide qué debe ocurrir, cuándo y de qué manera?. ¿Ocurrió así con el descubrimiento de América?. Sospecho que sí.





   





 

 
 
 
 
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