Remotas zonas de la Siberia interior se han convertido en escenario de una novedosa lucha entre dos colosos de la estepa, los osos y unos nuevos e incómodos vecinos en la zona, yetis desplazados de sus antiguos hábitats a consecuencia de la desforestación y el hambre. Una guerra por el espacio y la comida en los confines de la civilización.
La noticia saltaba por sorpresa durante el verano de 2010 y –como suele pasar en estos casos – pasó desapercibida para los grandes medios de comunicación. ¿ Osos y yetis enzarzados en una guerra a muerte por el control de las estepas y bosques siberianos ? ¡Ver para creer !
La causa de esta singular situación - que continúa en la actualidad - tiene su origen en los incendios ocurridos hace casi un año en buena parte de Rusia, lo que obligó a muchas especies animales a emigrar hacia zonas que no hubieran sufrido el impacto del fuego.
Desde julio a septiembre centenares de siniestros calcinaron buena parte del país. En octubre, la expedición científica "En busca del hombre de las nieves", finalizó su trabajo de campo y dio a conocer sus sorprendentes descubrimientos.
En busca del hombre de las nieves
La expedición, que buscaba al misterioso yeti en las montañas Shoria ( una región lejana en la taiga de Siberia Oriental ) regresó afirmando que los incendios forestales de este verano han hecho que los yetis de Altai se trasladen hasta la región de Kuzbass, donde han iniciado una guerra con los osos locales.
La expedición de este año , la tercera a dicho lugar, contó con participantes de renombre como el director del Centro Internacional de Hominología Igor Burtsev , que aseguró que los yetis han dejado rastros de esa lucha con osos locales en la taiga.
"Hacen extrañas construcciones piramidales de troncos y ramas en el bosque – a veces de 3 ó 4 metros de altura, a veces de sólo 30 cm-. En ocasiones, doblan arboles enormes y usan los troncos como ruedas. Un ser humano solo no es lo suficientemente fuerte como para eso y no parece existir ninguna necesidad para los osos de hacerlo. Al principio, pensamos que los yetis lo hacían para hacer refugios, pero luego llegamos a la conclusión de que se trata de una especie de punto de referencia para ellos, de jalones. De este modo, acotan su territorio y se comunican con sus semejantes. "
Igor Burtsev ha hablado con los vecinos de la región que afirman haber visto seres de aspecto humanoide con sus propios ojos. En ocasiones –según su opinión - los agricultores los confunden con una figura mitológica muy arraigada en su acervo popular, los duendes del bosque, seres presentes en la cultura de pueblos de todo el mundo.
"Las creencias populares dicen que el duende del bosque es el dueño de estos parajes. Todos los animales, incluso los osos, se someten a él. El duende tiene un fuerte poder hipnótico, por lo que no tiene miedo de ningún animal. ", afirma el científico.
La publicación The voice of Russia recogía el sentir de los expertos afirmando que estas antiguas creencias tienen alguna base real pues parece que los yetis están compitiendo con los osos en Siberia… y están resultando ganadores, pues son más fuertes y cuentan además con una inteligencia rudimentaria. El problema añadido a esta guerra por el espacio estribaba en la posibilidad de que los osos no hibernasen durante el invierno pasado debido a la escasez de alimentos . Esta situación podría provocar su desplazamiento hacia las aldeas en busca de algo que llevarse a sus fauces. Para evitar esto, las autoridades de la región planearon abastecer de comida a los osos de la zona, una medida que se reveló eficaz para evitar que se acercasen a zonas pobladas por el hombre.
Aunque, con los yetis no dio tan buen resultado pues se dieron casos " de robo de animales domésticos y tampoco se acobardaron a la hora de devorar el alimento previsto para los osos", advirtió la administración de la región de Kemerovo, según una información distribuida por la agencia Itar-Tass.
Contactos con yetis
Debido a ello, parece que los residentes locales han mantenido contacto con los yetis. Así, los aldeanos han aprendido a depositar caramelos y bombones como regalo en determinados lugares , con lo que llaman su atención y logran comunicarse con ellos mentalmente, ya que creen que estos hombres salvajes son telépatas. Lo cierto es que, si ya es difícil creer en la existencia de estos fantásticos seres, su condición telepática hace que apoyar la teoría de su presencia en tierras siberianas dificulte aún más la credibilidad de las noticias que nos llegan. Aún así, Igor Burtsev - incansable al desaliento - afirma que , en cierta medida, pueden imitar sonidos humanos e incluso poseen un rudimentario lenguaje propio con el que han logrado cierto grado de comunicación. En su opinión, estaríamos ante una nueva especie de hombre.
Las declaraciones de al menos quince testigos recientes han hecho albergar esperanzas a los antropólogos de la Universidad de Kemerovo a la hora de encontrar al escurridizo homínido. Según lo afirmado por los testigos de la zona, se han visto criaturas peludas de unos 2,30 metros de alto vagando en el desierto del Monte Shoria.
Un hombre incluso afirma haber salvado a un yeti de ahogarse en un río durante una cacería. Afanasi Kiskorov, que así se llama dicho vecino, afirma que se topó de bruces con uno de estos seres que estaba en una situación de grave peligro. "Su cuerpo estaba cubierto con pieles de color rojo y negro y parecía muy ágil, incluso parecía que podría trepar a los árboles. La criatura estaba gritando de miedo después de caer en un río de montaña." ( Sin embargo, según la fuente que se consulte, el que estaba en peligro era el cazador y ¡¡ fue ayudado por el yeti !! Vaya usted a saber qué pasó ! Si es que pasó algo, claro… )
Instituto de Estudio del Yeti en Siberia
Funcionarios de la Administración de Kemerovo y expertos de la Universidad local, tienen esperanza en probar que el Yeti existe y opinan que la creación de un instituto de investigación oficial sería el paso lógico para lograrlo. "En Rusia hay alrededor de treinta científicos de gran autoridad que se dedican a estudiar el fenómeno del abominable hombre de las nieves," dice el Dr. Igor Burtsev, en una entrevista concedida el pasado mes de marzo.
No sería, sin embargo, la primera experiencia de este tipo que tuviera lugar en tierras de la antigua Unión Soviética. Desde los años 50 del siglo XX ( y hasta bien entrada la década de los ochenta ) existió la llamada Comisión del Hombre de las Nieves, encargada de recopilar toda la información disponible sobre este ser en territorio soviético. Incluso el Museo Darwin de Moscú posee una sección de hominología encargada de estudiar a nuestro particular amigo.
Pero, a pesar de los supuestos avistamientos, no hay evidencia fotográfica que confirme la existencia de los yetis. Tan sólo han podido hallarse muestras de pelo, grandes huellas y extrañas construcciones en los bosques, lo que ha alimentado la creencia en la posible existencia de estos seres.
Resulta un tanto chocante el inusitado interés que ha despertado este fenómeno en las autoridades y científicos locales, teniendo en cuenta que estamos hablando de una región llena de carencias de todo tipo en las que se podrían emplear los posibles fondos destinados a este fin a otros objetivos menos escurridizos.
Algunos medios de comunicación de la región dudan de la veracidad de la información: "Hay pocas diversiones en Siberia, y eso promueve claramente la fantasía", comenta un diario. Incluso en la vecina república de Kabardino- Balkaria se habló durante tiempo de un misterioso homínido, el "Yeti del Cáucaso", del que –como era de esperar- tampoco se obtuvieron pruebas concluyentes.
A nadie se le escapa, sin embargo, el potencial turístico que una iniciativa así podría tener, produciendo interesantes beneficios a la economía de la región. En este sentido, una nueva vuelta de tuerca se produjo en noviembre pasado cuando el gobernador de la región siberiana de Kemerovo ofreció una recompensa de un millón de rublos (unos 23.700 euros) a quien encuentre al abominable hombre de las nieves. "A quien gane el premio, le prometo que conversaremos con el hombre de las nieves y tomaremos té juntos", bromeó el gobernador Amán Tuléyev tras anunciar la recompensa en la primera celebración del Día del Yeti ( 11 de noviembre ), según las agencias rusas. Tuléyev parece ser que ha iniciado una intensa campaña en defensa de la existencia de este curioso ser con el fin de promover el turismo en esa región minera. "Estoy convencido de que esta será la festividad más peculiar y distintiva", concluyó.
Esta iniciativa se une a la inversión de 200 millones de rublos (unos 4,8 millones de euros) gastados en la creación de numerosas infraestructuras turísticas, entre las que se encuentra una estación de esquí y 42 hoteles, para recibir al creciente número de visitantes que se espera como resultado de esta campaña.
Lo que sí parece una realidad es que el yeti – exista o no - bien vale un buen puñado de rublos… |