¿Alien big cats en Málaga?

¿ Alien big cats en Málaga?

Por Javier Resines

 

En 1995, un ciudadano británico tuvo un inusual encuentro con un felino misterioso en la sierra de Comares, en la provincial de Málaga, España. Pocos años después, la región se vio invadida por  un grupo de peligrosos gatos grandes que –con sus ataques a las granjas de la zona- provocaron  el temor entre la población.

El fenómeno de los alien big cats, con numerosos casos en Reino Unido principalmente, también cuenta con decenas de apariciones en España. Pumas, panteras negras o extraños gatos parecen poblar nuestros bosques y montañas acercándose -en ocasiones - a pocos pasos de nuestras casas.

Nuestra historia comienza en la localidad malagueña de Comares. En septiembre de 1995, la revista BBC Wildlife recoge el caso de un ciudadano británico, apellidado Ballan, que realiza una excursión en moto por la zona montañosa cercana a esta ciudad. Al detenerse para refrescarse, se ve sorprendido por un animal grande, negro, parecido a un puma y del tamaño de un gran perro mastín.

El animal, que no se asustó por el ruido del motor de la moto, estaba dando saltos y realizando una extraña danza alrededor del testigo, tal vez con intención hostil. Al día siguiente, Ballan volvió al lugar del encuentro y tomó un molde de yeso de la huella dejada por el insólito animal, una pequeña impronta de unos 40 mm de longitud. Del extraño animal, nunca más se supo…

Tras este encuentro, la actividad de felinos anormales en la provincia de Málaga se mantuvo en calma hasta que en agosto de 2002 empezó a actuar en la zona un animal que fue conocido como la Bestia del Genal. Se trataba de “un animal extraño, como un gato enorme, de color pardo, con pesa alrededor de los cincuenta kilos. Tenía cola y pegaba grandes saltos”, según los testigos. ¿El mismo animal de Comares?

Las localidades de Atajate,  Benadalid y Jimera de Libar fueron escenario de los ataques de este ser. Un potro muerto, quince borregos degollados y más de veinte animales desaparecidos en distintas granjas de la Serranía de Ronda, fueron sus víctimas.

A pesar de la aparición de huellas similares a las que dejaría un puma de gran tamaño, la explicación oficial dada por las autoridades habla de perros salvajes. La Guardia Civil despliega más de cincuenta agentes para atrapar al gato grande. Docenas de testigos lo ven en distintos lugares, pero no es capturado. Poco a poco, a pesar de que los ataques se suceden durante meses, la búsqueda es abandonada y el caso cae en el olvido.

Invasión de gatos grandes en Málaga

El 25 de septiembre de 2007, las fuerzas de seguridad inician la búsqueda de un felino de color negro y grandes dimensiones que ha sido visto corriendo en un parque cercano a la urbanización Los Claveles, en Cala de Mijas.

A las siete de la tarde, Ean Ritchae, un vecino de origen británico, llama a la policía para explicar que ve al animal cómo se sube a un árbol, momento en el que lo fotografía con su teléfono móvil. Fue testigo de las evoluciones del felino junto a otras tres personas. Este comportamiento del animal descartaba la posibilidad de que se tratara de un perro de gran tamaño, según aseguraron fuentes policiales.

Cuatro unidades de la policía local y otras cuatro más de la Guardia Civil se desplazan a la urbanización en busca del extraño animal. Por su parte, dos patrullas pertenecientes al Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) también acuden al lugar, llevando fusiles anestésicos para adormecer al felino. Tras analizar las fotos tomadas por el testigo principal, tanto las autoridades como una veterinaria consultada creen que se tratara de una pantera.

La infructuosa búsqueda se prolongó hasta el anochecer, momento en el que se suspendió por motivos de seguridad. A la mañana siguiente se reanudó la batida, sin resultados positivos. El animal había desaparecido…

Sin embargo, en esta oportunidad, el animal (u otro similar) reapareció siete meses después y setenta kilómetros más al norte de la provincia. Una finca dedicada a la explotación porcina, situada en la zona de El Cañuelo, en Campillos, sufrió el ataque del felino en -al menos- tres ocasiones, durante marzo y abril de 2008.

Catorce cerdas muertas y ocho heridas fue el balance de los asaltos protagonizados por un animal que " tiene el pelo oscuro y brillante y salta de finca en finca de forma muy ágil ", explicó el ganadero Ramón García Valdecasas, dueño de la explotación atacada. " Los trabajadores que viven en la finca la han visto. Se levantaron con el espectáculo de toda una hilera de cerdas muertas con las tripas colgando. Es un peligro tener a un felino de esas características suelto, sobre todo porque Campillos está a solo cinco kilómetros de esta zona de campo. ", asegura García.

Para aumentar el temor entre los vecinos, en una granja cercana, se encuentran huellas presuntamente dejadas por lo que parece ser un felino de grandes dimensiones que merodea por la zona. El guarda forestal estima que debido a la profundidad de las marcas dejadas, el animal debe pesar más de ochenta kilos. La Guardia Civil supone que la matanza fue obra de una jauría de perros salvajes ya que las víctimas no fueron devoradas. El ganadero no cree en la explicación dada por las autoridades.

Según informó el diario en lengua inglesa The Olive Press, el Ayuntamiento de la localidad organizó una cacería unos días después de los ataques. Incluso algunos excursionistas consiguieron divisar dos de esos animales, cuyo tamaño era cuatro o cinco veces mayor al de un gato normal, en el camino que une los pueblos de Monda y Guaro, a 65 kilómetros de distancia.

Sin embargo, y como viene siendo costumbre, los extraños felinos volvieron a desaparecer sin dejar rastro... hasta septiembre de ese mismo año. En esas fechas, Steve Rhodes, otro ciudadano británico residente en la Cala de Mijas, pudo fotografiar y filmar al que podía ser el felino que había sido visto durante el último año en Mijas, Campillo, Alhaurin y Monda, entre otras ciudades.

En el vídeo, tomado con un teléfono móvil y con imágenes de poca calidad, se aprecia cómo un animal oscuro de considerable tamaño merodea por la ladera de una carretera hasta desaparecer tras una zona de arbustos. El video de este animal, bautizado como “La Cala cougar”, puede ser visto en http://www.youtube.com/watch?v=nz38M8AD6Mw.

Según el testimonio de Rhodes, "es definitivamente más grande que un gato doméstico, tiene una cola mucho más larga y es muy ágil saltando entre las rocas. He oído que ha atacado a cabras en las laderas cercanas." Por supuesto que el inquieto gato no fue localizado ni vuelto a ver...

¿Era el mismo felino que fue observado en otros lugares? ¿O fueron varios los animales que llegaron a coincidir en el mismo espacio y tiempo? ¿Se trata de ejemplares escapados de sus dueños? ¿O nos encontramos ante una posible especie desconocida de gran gato en Málaga?

Una colonia de felinos híbridos

En España no hay felinos de gran tamaño en estado salvaje. Tenemos tres especies distintas de gatos salvajes: el gato montés, el lince ibérico y la gineta. El gato montés (Felis silvestris) es parecido a un gato doméstico, aunque más corpulento y de tamaño mayor, con la cabeza ancha y el hocico corto.

El lince (Lynx pardina), por su parte, posee un tamaño mucho mayor que el gato montés. Es más robusto, con patas largas y una cola corta con pelo negro en el extremo. Su color varía de pardo a gris, con los lados moteados de negro. No suele pesar más de 13 kilos.

La gineta (Genetta genetta) es, sin duda, el más curioso e interesante. No tanto por su tamaño, que no supera el metro de longitud y los dos kilos de peso, sino por su llamativo pelaje gris amarillento y sus hábitos nocturnos.

Como vemos, no hay una especie autóctona que pueda ser la causante de los extraños avistamientos que se producen en Málaga y otras muchas partes de España. Pero, entonces… ¿qué estamos buscando?

La hipótesis más plausible para explicar estas apariciones es la de la existencia de una colonia de big cats híbridos que haya logrado adaptarse a la vida salvaje. Pumas, panteras y otros felinos pueden haber escapado de sus dueños y haber logrado vivir en libertad. Esto explicaría el curioso comportamiento de estos animales, acostumbrados a la presencia del hombre, pero intentando adaptarse a su nueva vida.

Tal vez estos gatos grandes están reproduciéndose y dando lugar a nuevas e híbridas especies decididas a explorar el nuevo territorio. Tal vez están conquistando, poco a poco, nuevas áreas de caza situadas cada vez más cerca del hombre…

 

 
 
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