UNA VEZ MAS, A VUELTAS CON EL GOLFO DE CADIZ
ANGEL CARRETERO OLMEDO
acarreteroolmedo@gmail.com
En la entrevista que nuestro buen amigo Fernando García, director de la Revista Misterios, me realizó hace ya algún tiempo, hablaba de mi instares por los objetos triangulares y del estudio que pretendía llevar a cabo, prometiendo tratar aquí algunos de esos casos.
Entre todos los que están en estudio, me ha venido a la mente el que expondré aquí, motivado por haber tenido en su momento un hueco en una publicación de Tucson, Arizona. Era la primera vez que una investigación realizada por GEIFO cruzaba el charco y llegaba a las Américas.
Hay otro, no relacionado con el estudio, pero con antecedentes policiales, dado a conocer por otros investigadores en distintos medios de comunicación, que quizás sea interesante para el lector.
El primero, un encuentro con un gigantesco objeto, ocurre en el año 1.981 y la investigación es realizada por Ángel Rodríguez Álvarez y Antonio José Garrido Duque.
Sobre las 19.00 horas del 25 de Marzo de ese año, siete pesqueros entre los que se encontraba el “Moguer 5”, regresaban a Punta Umbría (Huelva) después de una jornada de pesca. Uno de los tripulantes, Eusebio Burgos González y su hermano Antonio, nos indica que él y sus compañeros vieron sobre el mar, a unos trescientos metros de distancia y a un metro de altura, un objeto de forma cónica, color grisáceo y que tenia doble hilera de luces amarillas. Giraba sobre si mismo, formando “un poco de viento” que movía la superficie del mar.
Continúan indicando que tenía unos 50 metros de diámetro, el fenómeno dura unos 20 minutos, transcurridos estos, enciende su vértice y sale poco a poco hacia el cielo, desapareciendo en unos 2 minutos.
El lugar donde ocurre el encuentro se llama La Galera, sobre la vertical del camping de El Ronpido y a unos 500 metros de la orilla del mar.
Al objeto de no perder la marea, los pesqueros deciden alejarse del lugar y entrar en puerto, desde donde continúan observando el fenómeno, no utilizando ningún instrumento óptico para ello, debido a la cercanía del mismo.
La primera conclusión a la que llegamos es que se debe haber exagerado en cuanto al tamaño Sus medidas eran 50 metros de diámetro y entre 25 y 30 de altura, lo que le debía hacer visible en un amplio radio y nadie del camping -al menos que nosotros sepamos- vio nada. Más, siendo un día despejado, con buena visibilidad y mar rizada a marejadilla.
Este caso quedó en el olvido, hasta que es retomado dos años después, se localizan a algunos de los testigos y se cumplimenta un cuestionario. La nueva encuesta no arroja luz y vuelve a quedar en el olvido, como no explicado.
Diez años más tardes, mientras ordenaba documentación de otros avistamientos, vuelvo a retomarlo y me dirijo a la Autoridad de Marina, por si existía antecedentes del mismo. La respuesta recibida es contundente: no existen antecedentes en poder de la Armada Española.
Se trataba de un objeto que en ningún caso, por sus dimensiones, podía haber salido del mar. La profundidad en esa zona era y es de unos 2,5 metros, y los testigos no saben decirnos cuando llegó allí. Simplemente se lo encontraron, lo vieron durante veinte minutos y después ascendió y se perdió de vista.
¿Puede ser un globo meteorológico?. En un principio esta puede ser la explicación, en las cercanías hay un centro de lanzamientos propiedad del Servicio Meteorológico Nacional. ¿Puede ser un fenómeno relacionado con el gas metano?, también puede ser otra causa.
Actualmente se encuentra en estudio dentro de los objetos triangulares, y me permito desde estas paginas hacer un llamamiento a investigadores, o posibles testigos anónimos, en busca de otros antecedentes.
Sobre el segundo caso, mientras escribo estas líneas me he estado pensando el exponerlo o no. Hay detalles que pueden identificar perfectamente a la testigo, la cual ha rehecho su vida, y no somos nadie para hurgar en heridas ya cerradas, y quizás olvidadas.
Se trata de un encuentro con dos humanoides, ocurrido un miércoles del mes de agosto de 1.977, en la provincia de Huelva. La testigo, una mujer de 20 años de edad.
La joven, sobre las 19.30 horas de ese día se dirige a pie a casa de su abuela en otra localidad cercana, camina por un sendero, nota un reflejo que cegaba sus ojos. Extrañada, atribuyó el hecho a un posible cristal o espejo iluminado por el sol. Varios metros más adelante vuelve a ocurrir lo mismo. Esta vez el deslumbramiento la dejó algo aturdida y sintió cómo sus fuerzas flaqueaban. Ve a unos cuatro metros de donde se encontraba a dos personas, una mujer de unos 2 metros de alto y un hombre de 1,70 de estatura. Ambos de rostro repulsivos, grandes ojos, cabellos rubios y piel clara.
Pierde el cocimiento durante una media hora y a la llegada a casa de su abuela comprueba que le falta de su bolso el Documento Nacional de Identidad, el reloj carece de corona y no tiene algunos billetes de autobús.
Esa noche se despierta sobresaltada, diciendo a su madre que hay “bichos” en su habitación, ¿raro?, ¿no?.
Al día siguiente la zona es rastreada por la Guardia Civil y sólo se encuentran los supuestos billetes de autobús perdidos.
Sólo con lo que he dicho hasta ahora, muchos investigadores, incluido el escritor navarro, saben de que caso hablo.
La primera pregunta que se formula es, ¿cómo determina el tiempo que ha estado sin conocimiento?. Hemos de suponer, que al carecer de corona el reloj, estaba averiado. Al perder el conocimiento se pudo golpear, siendo esta la causa de la avería en el reloj.
El relato de lo que se ha publicado en prensa era muy interesante y digno de ser estudiado en profundidad. Algunos investigadores, entre los que se encuentra Antonio Moya Cerpa, reconstruyen el suceso y publican amplios informes.
Pero faltaba hacer algo: comprobar la denuncia puesta ante la Guardia Civil. ¿Existe en ellas detalles que han escapado a los investigadores?.
Obra en mi poder un escrito fechado el 26-12-1998, que su contenido es aplastante, explicando por si solo el suceso:
a)Al día siguiente la chica se presenta en un Acuartelamiento de la Guardia Civil y denuncia el caso.
b)Inmediatamente se traslada con varios Agentes de la Autoridad hasta el lugar. Estos proceden a efectuar una inspección ocular, encuentran una huella en la que había estado sentada la interesada, en las proximidades de la huella hay dos billetes de autobús usados para una determinada localidad y cuatro cuchillas de afeitar, marca MSA, ya usadas y dentro de sus respectivos envoltorios.
c)Estas cuchillas son identificadas como de su propiedad por el padre de la adolescente.
d)La familia manifiesta a la Guardia Civil que esta mujer estaba en tratamiento medico, se niegan a indicar que medico la esta tratando y que enfermedad tenia.
Hay un párrafo que dice textualmente “... la citada......, en ese tiempo era aficionada a la bebida...”
Conclusiones hay muchas y para todos los gustos. Se trata de un caso más que explicado, aunque otros investigadores mantengan lo contrario, al igual que muchos encuentros con humanoides en el triangulo formado por las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva.
¿Puede ser interesante efectuar un estudio sobre humanoides en ese triangulo?, ¿qué características comunes encontraríamos entre los distintos casos?, ¿qué viabilidad tendría?. Estas son muchas de las preguntas que en estos momentos me planteo, a las que espero recibir respuesta y comentarios por parte del colectivo investigador andaluz.
Referencias:
Nuevo avistamiento de ovnis en el Golfo de Cádiz, Diario de Cádiz 25-04-1981
Vieron un ovni de forma cónica, Diario Pueblo 01-07-1981
Alien Boo-boo discovered?, The Apro Bulletin, Vol. 29 núm. 11, Tucson, Arizona, November 1981.
Ayudantia Militar de Marina, Ayamonte, 12-03-1993
Karma 7, núm. 298, año 1.998
Comandancia de la Guardia Civil, Huelva, Diciembre 1.998.
Encuentran volcanes bajo el Golfo de Cádiz, San Fernando Información 04-02-2002
Información de primera mano, GEIFO, años 1.981 y 1.983.
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