Cincuenta y tres dias de agonia

 
Acercándose el Día de los Difuntos, y recordando cuando  era pequeña e  iba con mi madre a escuchar tres misas seguidas a  la Iglesia del Carmen de
Cádiz; me acuerdo que, en uno de los bancos al estar sentada en él me picó no
se qué bicho, que me hizo una roncha enorme. Y me vino a la mente cuanto
sufrimiento no padeció en su lecho de muerte el Rey más poderoso de todas las
Españas: Su Católica Majestad Felipe II.


Cuando era niño, su madre Isabel de Portugal, lo cuidó con máximo
esmero; inculcándole hábitos severos de higiene personal e instruyéndole en
comportamientos como el orden, la comprobación de todo lo que hacía, obligándole
a examinar su  forma de actuar  en cada acción que realizaba diariamente  Esto conllevó al niño, rubio de ojos grises ,a
no tener  espontaneidad, ser tímido e
inmensamente escrupuloso en todos los sentidos. Lo que se denomina en
psiquiatría una patología llamada conducta obsesiva compulsiva, que le
amargaría su existencia de por vida.


Su padre fue el
Emperador Carlos I de España y V de Alemania; por lo cual, le esperaba una vida
llena de inmensas tareas de gobierno, batallas, conspiraciones y atentados
contra su propia persona por los inmensos territorios  los cuales gobernaba con distintos títulos en
cada uno de ellos.


Así como una vida afectiva dolorosa; pues tuvo que ver como
morían sus padres ,sus cuatro esposas y la gran parte de sus hijos y hermanos,
como la de su hermanastro Don Juan de Austria; al que le superaba en edad
veinte años. Esto le causo un inmenso sufrimiento teniendo que conllevarlo con
las tareas de Estado. Él personalmente revisando correspondencia, firmando documentos, etc. Dentro del mayor orden, meticulosidad   y puntualidad.


Hombre culto donde los hubiera, España entra en la época
renacentista pero conservando todos los sabores aún  de la época medieval que poco a poco irán
cambiando; gustaba de la literatura, pintura y sobre todo  de la arquitectura. Su mayor construcción iba
a servir para albergar sus propios restos mortales, El Real Monasterio del
Escorial, asentado sobre una de las fallas telúricas que atraviesan España, no fue
elegido al azar; el Monarca como siempre sabía muy bien  lo que hacía ,el estilo  de tan magnífico edificio es herreriano denominado así por el
nombre de uno de sus arquitectos ,pues en él también trabaja Cristóbal de Rojas
el ingeniero militar que hará los planos para la fortificación de Cádiz tras el
asalto de 1596 . De  aspecto austero ,con líneas rectas, escaso de ornamentación, severo
como debía de ser para el descanso eterno de tan insigne Rey.


Para su traslado desde Madrid hasta el lugar que le vería
morir necesitaba uasr un sillón especial para apaliar sus terribles dolencias.


Tuvo que enfrentarse a grandes batallas, como la de Lepanto, construyó
grandes armadas, conquistó territorios en los cinco continentes para su reino.
Pero la peor de todas las contiendas  iba
a ser la de su propia muerte, 53 días de agonía en una habitación del Escorial,
rodeado de la mayor colección de cuadros del pintor el  Bosco.
¿Por que se atormentaba su alma?, ¿Que pasaba por su cabeza?, ¿Que reflexiones
le venían a la mente de todo aquello que no hizo o que hizo obligadamente?


Tenia de su postramiento en la cama inmensas ulceras por todo
su cuerpo que desprendían un olor nauseabundo .Expresaba de forma textual “No
lo puedo soportar de ninguna de las maneras del Mundo”. Pues no contenía tampoco la orina ¿Había algo peor
para una persona tan escrupulosa ser
privada de tan exhaustivo aseo durante este tiempo? Padecía también de artritis
y gota ya que comía carne dos veces al día demostrando de nuevo su férrea  disciplina ,sífilis  genética con inmensos dolores de cabeza,
hidrocefalia y demás padecimientos incrementados desde los cuarenta años de edad.


A lo que debemos de añadir el no poder utilizar su mano
derecha, lo que significaba no poder firmar ningún documento.  ¿O a todo esto se unió también a la perdida más
cruel para él, como fue la  de su hija
Catalina Mikaela, que no pudo soportar? ¿Fue la gota que colmo el vaso?


Bien que para sus hijos más pequeños había una estancia por
donde entraba mucha luz por los vanos y un reloj solar en el suelo, donde
jugaba con ellos. Quizás era lo que le faltó del cariño de un padre poderoso
donde los haya, pero siempre ausente en su vida.


Antes de morir besó la cruz que perteneció a sus padres y
pidió los mismos cirios que ellos tuvieron al morir. . Mandó construir un ataúd
con los los restos de la quilla de un barco desguazado por ser su madera imperecedera maderos de los desguaces
de los barcos hundido y un féretro de Zinc; al objeto de que lo envolviera
totalmente y no desprendiera olor alguno su cuerpo. Hasta este detalle cuidó un
hombre que, en una cama no podía moverse sin dar verdaderos alaridos de dolor y
sin agua suficiente que calmar su sed. Pues sus detractores afirmaban que
padecía pediculosis, que es una infestación de la piel por piojos que causa una
grave irritación cutánea, ¿verdad o venganza cruel hacia él?


Desde días antes de su muerte no pudo comulgar, al no poder
tragar la Sagrada Forma. Hasta esta tranquilidad de espíritu al final de sus
días le es negada. Cuanto sufrimiento y padecimiento para un Rey en cuyos
territorios no se ponía el Sol  y de
cuantos objetos se rodeó, para quizás pagar por los errores cometidos en vida.


Mi humilde opinión, y ateniéndome al sufrimiento que padecen
las personas obsesivas compulsivas, creo que se ganó el cielo en esos fatídicos
53 días de agonía. Muere la madrugada del 13 de septiembre de 1598  a los
setenta y un años de edad estando consciente unos momentos  y  diciendo  “Ya es hora “.   Dos
años después del asedio a Cádiz. 


EL, REY HA MUERTO, VIVA EL REY,,,


 
 
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