Fenomenos extraños en el hospital Manuel Lois
Uno de los lugares más emblemáticos de Huelva ha sido el Hospital Manuel Lois García. Desde sus inicios ha sido punto muy visitado por casi todos los onubenses, pero desde su cierre sólo un sinfín de leyendas han circulado por sus pasillos. Apariciones, sonidos extraños y distintas grabaciones psicofónicas han originado toda una leyenda en torno a este inmueble, tan conocido popularmente a través de varios programas del misterio. Muchos testimonios avalan las distintas historias que circulan de boca en boca por las calles a manera de leyendas urbanas, pero la realidad podría ser bien distinta.
 
 
Historia del edificio
 
Este edificio se comenzó a construir sobre una extensión de terreno del Cabezo de la Esperanza. Según la prensa de aquellos años, el 24 de Abril de 1.947 se aprobaba la compra de una parcela de 18.000 m2por el valor de 400.000 pesetas, y que con un presupuesto de unos diez millones sería construida la Residencia Sanitaria del Seguro Obligatorio de Enfermedades, Manuel Lois García. La construcción del edificio fue concedida a la empresa Agromán, quien colocó un gran cartel en el solar, dando origen al nombre popular con que fue conocida esta Residencia en sus comienzos.
 
En el mes de Julio de 1.952 se finaliza la obra y el edificio es entregado al Instituto Nacional de Previsión en un histórico día en que se dieron cita el presidente provincial, Antonio Zalvide Ortigüela; y el arquitecto Aurelio Botella Enríquez. Por parte de Agromán asistirían los ingenieros Enrique Cebrián Arias y Amelio Molina Muñoz. Unos días más tarde (el 1 de Agosto) se mostraba el edificio al gobernador civil Francisco Summers y al alcalde Rafael Lozano Cuerda. Durante algún tiempo, la Residencia recibió la visita de autoridades y personas importantes que elogiaron su capacidad para superar las 250 camas y 20 consultas médicas del ambulatorio (que actualmente es ocupado ese espacio por el 061 y Urgencias).
 
El día 1 de Abril de 1.953 comienza la actividad médica en el edificio y funcionando plenamente, aunque el rótulo con su nombre no fue descubierto oficialmente hasta el 18 de Julio de 1.954. A comienzos de 1.970 la Residencia se queda pequeña, por lo que fue necesario trasladar el ambulatorio a un nuevo edificio (ambulatorio Virgen de La Cinta) y mejorar con algunas transformaciones, y ampliar con dos nuevos edificios adosados al edificio original. En este nuevo espacio se emplazaría Pediatría y Ginecología-Obstetricia.
 
En 1.980 se hicieron nuevas ampliaciones, aunque de menor consideración. En este caso se construyeron dos pequeños edificio para el almacén general y para el archivo de historias clínicas. En 1.993 es cerrado este Hospital y el personal pasa a trabajar a otro nuevo edificio en las afueras de la capital, provisto de nuevos materiales y tecnología para la mejora general médica. Desde entonces y hasta el comienzo de la demolición del edificio han pasado muchas cosas allí. Varios incendios, robos y toda una serie de barbaridades y gamberradas que no han hecho más que sumarse a las innumerables leyendas que se han originado en este singular Hospital y darle un aspecto mucho más tétrico, encantado y maldito.
 
DESMITIFICANDO LEYENDAS
 
Quizá la leyenda más popular que circula por todos los lugares del mundo sea la de la aparición de ‘La Dama de Blanco’. Sin entrar en detalles de esta historia popular, su origen en el Hospital Manuel Lois viene de supuestas apariciones que algunos de los chavales que han logrado colarse en su interior dicen haber visto cuando se encontraban entre la tercera y la cuarta planta. En la mayoría de las ocasiones se ha divisado una figura femenina provista de un ropaje blanco o azulado que recorre los pasillo del Hospital Se dice también que algunos de los miembros del servicio de Urgencias que trabajan a las espaldas de este Hospital han llegado a escuchar llantos y quejidos de una mujer que les ha hecho padecer crisis nerviosas. Con motivo de esto, la existencia de un túnel que comunica
el Servicio de Urgencias con el Hospital tuvo que ser tapiado para mayor tranquilidad del personal, que aún sigue escuchando el sonido de camillas, instrumental médico y sillas de ruedas en el interior. Muchos de estos médicos han tenido que pedir la baja por depresión o han sufrido algún ataque de histeria.
 
Por supuesto, las distintas investigaciones que he realizado para tratar de esclarecer este y otros muchos detalles de las leyendas que giran sobre este Hospital me han llevado por otros derroteros que nada tienen que ver con la voz popular. Tras varios años recogiendo testimonios y relatos de primera mano, tan sólo en un pequeño porcentaje he podido ver un índice de extrañeza imposible de explicar. En la mayoría de los casos, los testigos han creído ver o escuchar, pero no lo afirman categóricamente ni se encontraba en un estado mental de calma en el momento de producirse los supuestos fenómenos.
 
Lo más parecido que existe en la realidad con ‘La Dama de Blanco’ es que hubo un tiempo en que alguna monja hacía las labores de ayuda con algunos pacientes y originariamente se la veía ir de una habitación a otra. Existe un testimonio muy significativo en este aspecto que se remonta a cuando un paciente que se encontraba hospitalizado recibió por la noche la visita de esta monja en su habitación y le tomó la temperatura y observó su estado de salud. A la mañana siguiente, cuando el médico realizaba las correspondientes visitas, este hombre le dijo que se encontraba bien, y que “la Hermana” ya le había diagnosticado su estado pocas horas antes. En ese momento el médico se le quedó mirando fijamente y le confesó que aquello no podía haber sido posible, puesto que aquella monja a la que se refería ya había fallecido.
 
Como digo, quitando este testimonio que bien podría tratarse de un sueño, el resto de testimonios no han sido tal y como se han contado. En su mayoría, los chavales que dicen haberla visto, tan sólo han inspeccionado parte del edificio mirando de un lado para otro, pendientes de cualquier sonido, y de la posible irrupción del Vigilante de Seguridad que podría pillarlos por sorpresa. Presa del pánico o del miedo, al menor ruido han salido corriendo, y en ese estado de agitación han creído ver alguna sombra que posteriormente han asociado con ‘La Dama de Blanco’. En ninguno de los casos que he investigado me han proporcionado una visión clara de la supuesta aparición.
 
En cuanto a los relatos del personal de Urgencias sobre los sonidos que han escuchado, se trata sólo de las exageraciones de la leyenda urbana. Ninguno de los médicos ha sido presa de ningún ataque de histeria ni ha tenido que solicitar la baja médica por estos motivos tan fantasmales. En cuanto al túnel existente entre Urgencias y el Hospital, debo decir que no se trata de ningún túnel. Por otro lado, sí es verdad que algunos pasillos fueron tapiados para evitar la comisión de actos vandálicos, incluidos los pasillos colindantes a Urgencias y el cierre de la cancela que daba acceso al patio posterior desde la cochera de las ambulancias. Posteriormente alguien se dedicó a echarlos abajo para entrar.
Las Psicofonías
 
El fenómeno de las psicofonías ha sido uno de los más experimentados en este Hospital. En gran número de grabaciones se dejan oír susurros, voces de niños y alguna que otra voz procedente de un presunto y lejano ‘más allá’. La grabación de estas voces procedentes del “otro lado” han sido una prueba de la realidad y existencia de fantasmas en el Manuel Lois. De igual manera, varios grupos de jóvenes han realizado sesiones de espiritismo con el clásico tablero “Oui-ja” y han conseguido contactar con algunos de los espíritus de los allí fallecidos. Algunos de los participantes en estas sesiones espiritistas han soportado estados de verdadero terror cuando han pedido a la supuesta “entidad” que se manifestara y coincidentemente se ha escuchado algún sonido en su entorno. Corriendo despavoridos escaleras abajo, han saltado por las ventanas como han podido para dejar atrás una evidente prueba de que allí existen cosas muy extrañas.
 
Pues no. No todo es tan fácil como han querido hacernos creer. La obtención de las psicofonías es sólo uno de los fenómenos que se estudia en Parapsicología, y bien podría tratarse de un fenómeno producido por la mente, o por cualquier otro cauce aún desconocido. En la inmensa mayoría de las ocasiones las grabaciones se han realizado sin ningún tipo de control y metodología. Han subido hasta algún piso, han dejado un cassette grabando y tiempo después han vuelto para recogerlo y escuchar los mensajes procedentes de ese ‘más allá’. La mayor parte de las grabaciones que he podido escuchar se tratan de sonidos producidos por el viento en el micrófono, que podemos asemejar a susurros.
 

 
INVESTIGACIÓN
Las voces obtenidas en otras grabaciones han sido provocadas desde el exterior del edificio, ya que muchas de las ventanas se encuentran partidas y el edificio vacío parece amplificar las voces hasta el punto de darnos la sensación de que provienen de algún lugar muy cercano a nosotros. Como dato anecdótico contaré que en una ocasión me dejaron para examinar un fragmento de una de estas voces donde de forma muy nítida se escuchaba el llanto de un niño. Sorprendido por la claridad de la grabación le pedí a esta persona que me dejara la grabación completa y me indicara el lugar donde había colocado el cassette y si había estado presente en todo momento durante la grabación. La respuesta era evidente una vez escuchado en su totalidad. La persona en cuestión había dejado su aparato durante media hora y volvió después, lo que podría haber provocado que cualquier sonido se introdujera sin que lo supiera. En la grabación salía el llanto de un niño y posteriormente una conversación entre varias personas donde se indicaban un tratamiento a seguir. ¿El lugar de la grabación?: el patio que da a las consultas de Urgencias. Creo que no hace falta aclarar más la procedencia de estas voces…

 
En cuanto a la práctica de la “Oui-ja”, sólo basta con saber que sólo es un instrumento donde nuestro subconsciente puede aflorar y provocar el movimiento de la copa de forma neuromuscular, dando la impresión de que estamos hablando con alguien ajeno a nosotros. En ningún caso una “Oui-ja” puede ser válida para demostrar nada.
 
La psicofonía es un fenómeno interesante porque nos deja constancia sonora de lo grabado y posteriormente puede ser analizado, pero al igual que el espiritismo, no nos sirve para demostrar la existencia de fantasmas. Tan sólo conseguimos captar algo que aún no somos capaces de explicar, pero igualmente lo podemos hacer en nuestra casa a las cuatro de la tarde, y no accediendo a un Hospital abandonado, de noche y corriendo el riesgo de caer o hacernos daño. Todo ello -claro está- siguiendo unos patrones de actuación que descarten cualquier tipo de intrusión sonora no deseada.
 
Los perros
 
Otra de las leyendas urbanas que circulan sobre los fenómenos que ocurren en este Hospital ha tenido como protagonistas a los perros empleados en las labores de apoyo en la Vigilancia. Se dice que los perros, una vez que llegaban a la escalera de la tercera planta se negaban a seguir subiendo, y que actuaban de forma anómala, como si notaran una presencia extraña que no era vista por el vigilante. En concreto se ha hecho muy conocido uno de estos perros llamado “Danko”, y al que se ha citado en más de una ocasión en diferentes artículos y programas que han tratado el tema del Manuel Lois. Con motivo de esta actitud por parte de los perros, los vigilantes optaron por realizar las guardias en el exterior del edificio.
 

 
INVESTIGACIÓN
Nuevamente nos encontramos con unos hechos que fácilmente podrían tener una explicación mucho más sencilla. Por un lado debo decir que he llegado a recorrer esas escaleras con la compañía de uno de estos perros, y efectivamente había momentos en que parecía frenar y no querer subir. Tras obligarlo un poco, el perro continuaba subiendo hasta llegar arriba. Todo ello me indicaba que el animal podía haber notado algo entre el tercer y cuarto piso de la escalera. Así que tras examinar con detalle aquel entorno me percaté de unos pequeños frascos que se encontraban esparcidos por la escalera. Efectivamente, si nos acercábamos al nivel del suelo, el olor era mucho más penetrante; así que el perro era lógico que con su mayor agudeza olfativa hiciera el amago de no querer pasar por ahí. Con el paso de los años ese olor se fue perdiendo, y nunca hubo más retrocesos por parte de ningún perro. Tras hablar con el adiestrador de estos perros que en su mayoría fueron los que estuvieron destinados allí, me contaba que efectivamente esa podía ser una de las causas. Si por el contrario, el perro hubiese notado alguna presencia extraña habría tomado una aptitud ofensiva y agresiva, ya que se encuentran adiestrados para estos menesteres.

 
Los ascensores
 
El tema de las subidas o bajadas de los ascensores sin causa aparente también ha sido muy comentado en las leyendas forjadas en torno al caso. En muchas ocasiones, algunas personas han visto cómo algún ascensor se ponía en marcha sin que nadie hubiera pulsado el botón de llamada, y esto ha generado la creencia popular de que incluso los “fantasmas” han querido llamar la atención de los intrusos y asustarlos con el movimiento inesperado de la maquinaria.
 
La explicación es mucho más sencilla, ya que me parece que ningún “fantasma” tomaría el ascensor para subir o bajar, a menos que estuviera muy cansado. Bromas aparte, quisiera hacer un inciso sobre la actuación de algunos vigilantes cuando realizan las rondas. En ningún caso el Vigilante se monta en el ascensor, porque un apagón o un atasco lo tendría encerrado por un tiempo inestimable. Por el contrario, las rondas se realizan a pie, y es muy común que en algún momento dado se pulse el botón de llamada para ver si funciona correctamente y tenerlo más cerca en caso de que algún intruso lo intentara utilizar para desplazarse por otras plantas del edificio. Por otro lado, un miembro de Mantenimiento me explicaba que los ascensores estaban programados para que a cierto intervalo de tiempo sin uso, bajaran automáticamente hasta la planta principal. Tal vez alguien viera cómo llegaba el ascensor y no salía nadie de su interior. De todas maneras tendríamos que remontarnos a los primeros años del cierre del Hospital, ya que posteriormente fueron inutilizados e incluso poco después se cortó la corriente eléctrica del edificio a excepción de unos generadores situados en el sótano.
 
Descenso de temperatura
 
Un hecho característico en las apariciones de fenómenos extraños es el descenso brusco de la temperatura. Muchos apasionados en busca de aventuras de miedo en el interior del Manuel Lois han contado sus experiencias narrando que al llegar a determinadas zonas la temperatura bajaba hasta el punto de que notaban una especie de escalofrío, teniendo que abrocharse más los chaquetones. Posteriormente la temperatura volvía a su normalidad.
 
Pero vayamos por parte. En ninguno de los testimonios que me han llegado de primera mano, a nadie se le ha ocurrido tomar la temperatura, por lo que encuentro este dato subjetivo. Si se hubiesen molestado comprobarían que entre la temperatura interior y exterior podría haber una diferencia de 4ºC. de media. Si nos ceñimos al interior del edificio, hay zonas que se encuentran abiertas al exterior por ventanas rotas y sin cristales, y esto provoca lógicamente que la temperatura sea distinta. Y tampoco es lo mismo andar por la planta alta que por los pasillo centrales del edificio, donde la temperatura puede variar un par de grados. Y ya ni hablemos de las plantas sótano y semisótano, donde la humedad también se hace notar. Si a estas condiciones físicas normales le sumamos el estado de nerviosismo y alteración que llevan los que se han colado en el interior y que están más pendientes de que no los cojan que de comprobar ningún componente que les rodee, difícilmente podemos hablar de que se haya producido o no un descenso de la temperatura provocado por este “ente invisible”.que bien puede llamarse adrenalina.
Internet
 
Todos sabemos que Internet se ha convertido en un medio de difusión que está al alcance de todos, incluidos los que no tienen escrúpulos para inventar cosas. Pero el boom llegó cuando el reportero Gerardo Peláez quiso realizar la grabación en el Hospital para el programa Cuarto Milenio. Tomamos café en un bar cercano y mantuvimos una breve charla sobre la información que circulaba por parte de unos y otros. Por mi parte poco tenía que decir, sino que ese no era el momento adecuado para darle publicidad a un edificio que era escenario de muchos acosos por parte de desaprensivos y por menores de edad que podrían causarse daño, amén de incitarlos indirectamente a cometer un delito de allanamiento. La decisión estaba tomada, las grabaciones se efectuaron desde el exterior, y el programa de los domingos contó una historia basada en las leyendas y en un par de testimonios, sin contar con unas imágenes que no se correspondían con el interior del hospital, sino que fueron grabadas en otro sitio.
 
Era el momento de televisar algo que estaba de moda: los hospitales abandonados, y de una u otra forma le llegó el turno al Manuel Lois. La repercusión no se hizo esperar, y una avalancha de curiosos vinieron desde muchos puntos de la provincia y de otras ciudades para ver de cerca el “famoso hospital encantado”. Durante el fin de semana siguiente, los Vigilantes de Seguridad no daban crédito a la cantidad de personas que se saltaban por todos lados para colarse en el interior y conseguir una foto, una grabación, o simplemente para contar que habían estado allí. El trabajo que realizaron para mantener el orden en las instalaciones fue titánico y digno de mención como profesionales de la seguridad. Unas semanas más tarde la fiebre pasaría, y el centro de atención serían algunos foros de Internet donde de manera anónima se contaban historias fantásticas sobre el hospital. Tras ponerme en contacto con algunos de ellos, sólo dos asintieron en citarse conmigo para enseñarme sus “pruebas”.
 
Muchos me contaban que habían subido unas fotos en la red donde aparecían sombras, niños, etc. Y como éstas, muchos otros engaños. Pero veamos como ejemplo la fotografía del niño… Ningunas de las fotografías eran originales, todas habían sido retocadas, y algunas eran de una pésima calidad, donde el pixelizado era engorroso. En la foto que publicamos aquí se muestra la cabeza de un niño que asoma por una de las ventanas que dan al patio interior del hospital. Todo indica que el autor se encontraba en un piso superior en el momento de la toma, pero había algo que me llamaba la atención. Primero traté de analizar la foto, y comprobé que el pixelazo del rostro no se correspondía con el resto de la foto. Y cogí varias fotografías de mi archivo que se correspondían con la zona y observé que también habían utilizado una imagen invertida.
 
 
ALGUNOS TESTIMONIOS
 
Lejos de la ficción que muchos han querido hacer en torno a este legendario edificio, también es verdad que fuera de las leyendas urbanas que circulan por Huelva han existido numerosos testigos que, si bien, no dan una prueba sustancial de una realidad fantasmagórica de este edificio, sí han dejado al menos constancia de unas vivencias que les llamó poderosamente la atención y que no supieron encontrar una respuesta satisfactoria para esclarecer lo que en aquellos momentos habían protagonizado.
 
Pero veamos algunos de estos testimonios que sin duda alguna poseen credibilidad, aunque no por ello las interpretaciones sean lógicas o razonables…
 
Extraños movimientos
 
Tal y como me narraba Alberto Contreras, tras atreverse a contar su experiencia, “era aproximadamente el año 98 cuando entré con otro chaval, y entrando en la primera planta del edificio, donde estaban los enfermos de leucemia y enfermedades graves había una pequeña sala de juegos para los niños. Escuchamos un ruido como si se moviera algo, y nos fuimos acercando. Y efectivamente había un columpio que se estaba balanceando como si alguien estuviera montado en él. Me cercioré de que las puertas y ventanas estaban cerradas y que ninguna corriente de aire hubiera provocado este movimiento. Nos atrevimos a pararlo y nos marchamos”.
 En otra ocasión, dos amigos que solían subir a la azotea del edificio en las noches de verano me contaron: “Subimos a la azotea un amigo y yo, pasando por un pasillo cuyas puertas se abren hacia fuera. Pues bien, estando allí escuchamos ruidos en la capilla y decidimos irnos. Bajamos de allí y accedimos por ese pasillo, con la salvedad de que en esta ocasión se encontraban todas las puertas abiertas hacia fuera, muy bien puestas y de forma ordenada. Cuando anteriormente pasamos por allí, las puertas se encontraban completamente cerradas. La verdad es que lo pasamos muy mal, y nos impresionó tener que pasar por el pasillo medio a oscuras mientras mirábamos de reojo a un lado y a otro, como si se tuviera la impresión de que alguien podría salir en cualquier momento de alguna de esas habitaciones”.
 
Otro ejemplo de movimientos inexplicables me llegaba de un grupo reducido de amigos que rondaban por los pasillos del hospital y al llegar a cierto sitio algo les llamó la atención. Su declaración fue la siguiente: “En la quinta planta se encontraba la UCI y sobre las 4 de la madrugada entramos por un pasillo donde había una cristalera y una puerta que se encontraba precintada porque había material. Cuando accedimos a los box vimos a través de los cristales cómo entre las camillas había una cortina que se movía de una forma brusca. Y como digo, todo estaba cerrado, las ventanas, persianas y la puerta”.
 
Posibles animales
 
Cuando conocí a Julio y a sus amistades, me contaron que en varias ocasiones habían entrado en el recinto del hospital, aunque en contadas ocasiones pudieron estar cerca de aquellos lúgubres pasillos. Y no fue hasta nuestra tercera o cuarta cita cuando se atrevió a mostrarme una secuencia de vídeo donde aparecía una extraña luz.
 
Tras pedirle la grabación examiné concienzudamente las imágenes y efectivamente había un momento en que un punto luminoso aparecía ante la cámara de la persona que efectuaba la grabación. En un primer momento me daba la impresión de que el paso de un insecto hubiera provocado aquel destello, pero al examinar los fotogramas la duda me envolvió. El sol no parece entrar directamente en la habitación, sino que su reflejo queda marcado en el muro que aparece a la izquierda de la secuencia. En el interior de esa habitación se puede observar que la fuente de luz más potente viene precisamente de la zona donde se está grabando (según se puede observar en la sombra que proyecta el sillón sobre la pared). Difícilmente podría haber entrado un insecto por la misma abertura desde donde el cámara se encontraba grabando y teniendo en cuenta que otras dos personas se encontraban junto a él obstaculizando la entrada del supuesto insecto. Por otro lado, la velocidad de este insecto debería ser impresionante, ya que de los 29 ó 30 fotogramas por segundo que tiene esta grabación, tan sólo aparece el destello en cuatro de ellos. Imaginemos por tanto la enorme velocidad que llevaría este insecto que de forma parabólica se introduce en la estancia para perderse en la pared de enfrente, y no tras la puerta abierta que se ve en la imagen.
 
 Otra grabación en vídeo me fue cedida por Rubén, quien se encontraba con un familiar en la zona del mortuorio realizando una filmación. En su recorrido se introducen en una habitación a oscuras, donde tuvieron que encender una vela para no tropezar con nada y ver por dónde caminaban. En un momento dado, la cámara capta unos pequeños puntos luminosos, y pensando que podía tratarse de un gato, se quedaron inmóviles por un momento agudizando el oído para posteriormente proceder a la búsqueda del felino. En una habitación cerrada donde sólo se encontraban ellos dos, no dieron con nada que pudiera haber provocado ese reflejo. Durante la grabación se podía observar la aparición de estos puntos, mientras que a simple vista no se apreciaba nada. Apagaron la vela para descartar que se tratara de algún tipo de reflejo en algún objeto metálico o losetas de las paredes, pero ello no provocó que desaparecieran esos “ojos inexplicables” cuando miraban por el visor de la cámara de vídeo. Tras repetir todos los movimientos que habían realizado, en esta segunda ocasión no observaron nada fuera de lo normal.
 
Testimonios como los de estos testigos son de una ayuda inestimable debido a la aportación de grabaciones donde se puede intentar analizar algo que acompañó a la experiencia de cada uno de ellos.
 
Grabaciones de voces
 
Cuando hacía alusión a la desmitificación de las psicofonías como prueba de que allí se originan apariciones fantasmales, se debe principalmente a que este tipo de fenómeno no es válido para dar por sentado la aparición de un ‘ente’. Aún está por determinar el origen de estas grabaciones que hasta el momento se escapa a cualquier tipo de interpretación lógica, y que en los casos anteriores no se efectuaron con un mínimo de control que garantizase una verdadera inclusión paranormal. No obstante, han sido muchas las psicofonías que se han realizado en el interior de este edificio, teniéndose la sensatez de evitar todo tipo de ruidos procedentes del exterior. Algunos de los ejemplos que más pueden interesar son los que se han tenido en cuenta que la grabación fuera lo más limpia posible, descartando toda intromisión de voces, sonidos e interferencias procedentes de las cercanías.
 
Una grabación en la que también pude estar presente fue realizada por el periodista Ángel Jiménez, quien como recuerdo realizó una pequeña grabación en la que posteriormente se oiría una de estas voces inexplicables que no fueron captadas por nuestros oídos. Según explicaba de su propia experiencia: “Se realizó sobre la 1 y media de la noche. No había nadie. Estábamos solos y en ese momento me puse a grabar y después, en ese momento se grabó una voz de chica que decía “que no puedo”. La grabación era totalmente nítida y afortunadamente podemos estar seguros de que no se trataba de la voz de nadie que se encontrara por allí en esos momentos.
 
 Otro grupo de personas que se encontraban en el interior del Manuel Lois se disponían a grabar con sus teléfonos móviles unas secuencias de vídeo para tenerlas de recuerdo antes de que fuera totalmente destruido. Lo que nunca podían haber imaginado es que en una de esas grabaciones que se efectuaron en la cuarta planta mientras el resto de compañeros se encontraban en la planta baja daría como resultado una inclusión psicofónica. Por fortuna, en el momento de grabar aquello no escuchó nada la persona que realizaba la grabación, porque según comentaban días después, la feroz carrera hasta salir del hospital hubiera sido una locura por aquellas escaleras. Después de escuchar la grabación, se puede escuchar una voz que dice “vamos por ti”.
 
Más psicofonías han sido conseguidas por un grupo de universitarios amantes de los misterios, y que tras efectuar numerosas grabaciones y fotografías, han conseguido en alguna ocasión recoger algunos testimonios sonoros sin explicación, ya que tomaron las medidas necesarias para evitar que los sonidos externos se colasen en la grabación. En una de estas psicofonías podemos encontrar alguna voz cuya frase no se ha podido interpretar convenientemente, mientras que en otras podemos escuchar frases como “entrar”, o “fuera”, dando la impresión de que la voz invita a quedarse en algunas ocasiones, mientras que en otras parece advertirse su deseo de expulsar al experimentador.
 
En una de las ocasiones que pude captar una psicofonía controlada para evitar inclusiones no deseadas, me situé en la capilla del hospital y coloqué varios equipos de grabación, tanto analógicos como digitales. En un momento dado, en uno de los cassettes quedó registrada una voz que decía “prosperará”. Tras revisar el resto de as grabaciones pude observar que solo en este aparato se había logrado captar esa voz, mientras que en el resto de soportes el silencio fue el protagonista. Como sabemos, el
fenómeno de las psicofonías aún no es explicado por ninguna disciplina, y
el haberse grabado la voz en uno de los aparatos mientras que los otros
permanecieron ajenos a esta grabación me parece más que significativo para asegurar que nos encontramos ante algo totalmente desconocido, que escapa a toda lógica para su estudio.
 
Neblinas sin explicación
 
 Otro tipo de fenómeno que aún no se ha podido determinar su procedencia consiste en la visualización de una extraña niebla con una consistencia que aparentemente es más densa de lo habitual, y que incluso llega a verse con forma más o menos ovalada, volando cerca del testigo, para posteriormente perderse en cuestión de segundos ante sus ojos.
 
Uno de estos afectados y testigo de excepción por su escepticismo me narraba lo siguiente: “Era verano… Al subir una escalinata me llamó la atención una bruma en el pasillo entre el hospital y el muro del 061. La noche estaba despejada y cálida, sin viento y sin corriente de aire. Vi como una bruma, o un humo que se veía extraña. Me quedo mirando, y observo como si la chupara o la absorbiera la ventana, y desapareció sin más. Me impresionó porque no creo en nada de estas cosas raras, pero la verdad es que resultó extraño porque tampoco parecía algo natural”.
 
 En otra ocasión, una de las personas que se encontraba en la cuarta planta recorriendo el edificio se disponía a bajar las escaleras cuando llegando al descansillo se le apagó la linterna de manera fulminante. Intentando darle algunos golpes por si se habían descolocado las pilas, no consiguió encenderla. En ese preciso momento observa una densa niebla blanquecina de forma ovalada que baja las escaleras. No dando crédito a lo que estaba viendo con la escasa luz que entraba por la ventana aquella noche, intentó coger otra linterna que llevaba en el bolsillo, pero sin conseguir encenderla. En cuestión de segundos (aunque le pareció una eternidad) la neblina pasaba ante él y continuaba escaleras abajo siguiendo su recorrido por el centro y sin perder su forma. El testigo comenzó a bajar las escaleras con la ayuda de la luz que le proporcionaba el mechero, y cuando llegó a la planta baja, las dos linternas comenzaron a funcionar de repente.
 
¿ACABAN LOS FENÓMENOS?
 
Con el reciente derribo del Hospital Manuel Lois terminan una serie de sucesos que sólo conocían aquellos oscuros pasillos. Unas historias entre la leyenda y la veracidad de algunos testigos y que da mucho que pensar sobre la existencia o no de una realidad ajena a nuestra vida cotidiana. Tal vez el sufrimiento acumulado durante años hubiese quedado impregnado entre sus paredes, o tal vez la construcción del nuevo edificio no sea impedimento para que coexista esa línea entre lo real y lo metafísico. En mi opinión, algunos fenómenos han sido verdaderos en sus orígenes, pero con el paso del tiempo todo se ha ido diluyendo, quedando sólo el residuo de aquellas energías que hoy se han convertido en leyendas. ■
 
 
 
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