El dia en que la Tierra se detuvo
EL DIA EN QUE LA TIERRA SE DETUVO
por Angel Rodriguez Alvarez

ggeifo@gmail.com

La certeza de que el pueblo de Israel, por orden de su Dios, iba a pasar a cuchillo a todos los pueblos de la Tierra era tan grande, que los       enemigos sabían que no iba a haber piedad para éllos. No se iba a dejar       con vida a nadie, ni hombres, ni mujeres ni niños, ni ancianos, ni       siquiera a sus animales. Todos debían morir. No debía quedar piedra sobre       piedra.
El temor, pues, era grande.
Cuando los habitantes de Gabaón tuvieron noticias de la suerte que habían       corrido las ciudades de Hai y Jericó, temieron por sus vidas, por lo que       idearon la forma de poder escapar a su desgracia mediante una estratagema:
Se hicieron pasar por un pueblo pobre, vistiéndose con ropa muy vieja y       miserable, y alimentos mohosos.
Se acercaron hasta Josué y le hicieron creer que venían de muy lejos y que       deseaban convertirse en los siervos del pueblo de Israel, para ganarse el       sustento y escapar así de su miseria.
Josué cayó en la trampa, y aceptó a estas gentes sin consultar antes con       Yahvé, como tenía por costumbre, y les prometió que respetaría sus vidas.
Tanto Josué como sus príncipes hicieron un pacto, un juramento de paz con
éllos. No serían exterminados.
Fué al cabo de tres días cuando se descubrió el engaño y los israelitas       fueron a la ciudad de Gabaón. Sin embargo, debido al juramento de paz con
ese pueblo, los gabaonitas no fueron exterminados, sino que se les dijo       que  a partir de ese momento servirían de aguadores y leñadores para el       templo de Yavéh.
       
"Ahora, pues, malditos sois y no dejaréis nunca de ser esclavos para       cortar la leña y sacar el agua para la casa de mi Dios".
       
Los gabaonitas explicaron a Josué cuáles fueron los motivos por lo que       habían engañado a los israelitas:
       
"Es que supimos la orden que Yaveh tu Dios había dado a Moisés, su siervo, de que toda la Tierra se os entregara y de que todos sus habitantes fueran exterminados delante de vosotros. Por éso tuvimos miedo de nuestras vidas y por éso hemos hecho ésto.
Estamos en tus manos. Trátanos como te parezca bueno y justo tratarnos."
       
Josué, pese al engaño, y calmado ya su ánimo, decidió respetar el       juramento de paz que habían hecho los príncipes de Israel con los       gabaonitas, pues sería despreciable hacer lo contrario, por lo que los       convirtió en siervos que deberían proveer de leña y agua al altar de       Yavéh, alli donde se hallase éste, pero no los mató.
Los reyes de Jerusalen tuvieron noticia de los acontecimientos, tanto de       la destrucción de las ciudades de Hai y de Jericó, como del pacto de paz       que habían logrado los gabaonitas para salvar sus vidas.
El rey Adonisedec, de Jerusalén,  se preocupó mucho y envió emisarios a       los otros reyes de Jerimot, Hebrón, Laquis y Eglón. Entre todos se aliaron       y decidieron atacar a Gabaón, por haber hecho un pacto de paz con los       israelitas.
Así pues, la coalición de estos reyes amorreos inició el sitio de la       ciudad. Sus habitantes, que vieron el peligro que les amenazaba, fueron a       pedir ayuda a Josué, quien se preparó presuroso para atacar a la alianza       de los reyes amorreos.
Antes del ataque, Josué fue a hablar con Yavéh. Y Yavéh habló a Josué:
       
"No los temas, porque los pondré en tus manos y ninguno de éllos podrá       resistir ante tí".
       
Así pues, Josué atacó echando sus tropas y las de sus aliados, los       gabaonitas, sobre la coalición de los amorreos, haciendo gran matanza entre sus enemigos que salieron huyendo hacia Maceda, pero cuando iban por el camino de Betorón, un gran fenómeno sucedió, cayendo sobre éllos grandes piedras de granizo, que mataron a muchos más guerreros por causa de las piedras del cielo que en el campo de batalla. La sangre corría regando la tierra.       
Josué, que veía que la noche se les echaba encima y que la derrota       definitiva aún estaba lejos, se dirirgió a Yavéh en oración y dijo, dando       un grito delante de toda su gente y elevando la vista al cielo:
       
"¡Sol, deténte sobre Gabaón, y tú Luna sobre el Valle de Ayalón!".
       
Y entonces ocurrió algo que jamás había ocurrido antes y jamás volverá a       ocurrir:
El sol detuvo sorprendentemente su curso en el cielo, y la luna se       detuvo también, y el día se prolongó durante veintitrés horas y cuarenta       minutos sobre su tiempo normal, dando tiempo a Josué a continuar la       batalla con luz del día, hasta que se hubo vengado de sus enemigos.
Y los cinco reyes amorreos se ocultaron en una cueva de Maceda, y Josué       mandó tapiar con piedras la entrada a esa cueva.
Después se dedicó a masacrar a sus enemigos, pues no quería que nadie       quedase con vida, pues aquella zona debía quedar sin habitantes, y ganar       además una salida hacia el mar muy importante para su pueblo.
Y cuando todos fueron exterminados, Josué  se dirigió a la cueva de Maceda y sacó de élla a los cinco reyes amorreos.
Y el sol continuó su curso en el cielo, volviendo todo a ser como antes. Y reuniendo Josué a su gente delante de los reyes cautivos les dijo:
       
"Poned vuestro pie sobre su cuello. No temáis y no os acobardéis. Sed       firmes y valientes, pues así trata Yavéh a todos vuestros enemigos, contra       quienes combatís".
       
Después ordenó que los ejecutasen y enterró sus cuerpos en la cueva donde
se habían ocultado. No hubo piedad para nadie.
Y todos prorrumpieron en gritos de júbilo y en alabanzas a Yavéh, y a su       siervo Josué, por la victoria obtenida.
Es de suponer que las cosas no ocurrieron tal como narra la Biblia, pues       si el planeta hubiera detenido su movimiento de rotación, las personas y       cosas que estuviesen en el hemisferio del sentido de avance saldrían       despedidos hacia el espacio, por la fuerza de la inercia, como cuando       frenamos un vehículo en seco, y los de la otra cara serían aplastados       contra la superficie.
Al quedar una cara expuesta al sol de manera permanente, las temperaturas       subirían exageradamente, se producirían tremendos terremotos, huracanes,       espantosos maremotos, expulsión del magma del interior de forma masiva y la vida desaparecería de la faz de la Tierra. Si además desapareciese el       movimiento de traslación, el planeta caería hacia el sol, estrellándose       contra él.
Entonces ¿qué pasó durante la batalla de Gabaón contra los cinco reyes y       los habitantes de la tierra de Canaán?. ¿Cómo se dice que el sol se detuvo       en su curso?, (evidentemente sería la Tierra la que se habría detenido,       pero ya vemos que éso no es posible).
¿Miente la Biblia, o habla de manera figurada o simbólica para describir esa dramática jornada?.
¿Existen otros registros sobre este supuesto prodigio en las mitologías de       otros pueblos, que complementen y/o confirmen este relato?.
¿Hay alguna confirmación, o negación sobre este hecho concreto por parte       del mundo científico?.
¿Se detuvo el planeta Tierra en su movimiento de rotación sobre sí mismo,       algo que nunca había sucedido ni volverá a suceder jamás, como dice el       Libro Sagrado?.
¿Qué se nos oculta detrás de este relato?.
Mucho se ha polemizado sobre estos hechos que narra la Biblia sobre la       batalla de Gabaón, entre los partidarios de la veracidad literal de los       hechos narrados en este libro, considerado revelación divina por varias       religiones de la Tierra, y los detractores que niegan toda relación de       estos textos sagrados con la revelación de un hipotético Dios cuya       existencia jamás ha sido demostrada, pero que aún aceptando su existencia, ésta sería de una forma cuya realidad se escaparía a nuestra comprensión.
Para los detractores la Biblia miente, y no en una, sino en varias       ocasiones.
Realmente si aceptásemos esa supuesta revelación de la Biblia y otros       libros sagrados, tendríamos a un Dios cuya concepción del Universo, creado por él mismo, sería absurda, pues implicaría la aceptación de ese Dios de creencias como la de la Tierra plana, del movimiento de los astros alrededor de la Tierra, como sería el caso que estamos describiendo en que se dice que "el Sol se detuvo", cuando es evidente que sería la Tierra la que se habría detenido y no el Sol. Sería un Dios con ideas erróneas e infantiles, como la de los humanos de aquellos tiempos, sobre el Universo que se supone que debería conocer muy bien.
Pero aparte de éso, sería inconcebible que la Tierra hubiese detenido su       movimiento de rotación sin que hubiese ocurrido nada, cuando éllo hubiera
supuesto la destrucción de la vida y la propia destrucción del planeta.
Claro que los partidarios de considerar a los libros sagrados como la       palabra de Dios, aducen que si Dios es el creador del Universo puede hacer       con su obra lo que le parezca y modificar cuantas leyes se le antoje, por       lo que podría haber hecho que la Tierra se detuviese y no pasase nada.
No creo que Dios, si existe, establezca unas leyes universales, para       saltárselas después. Esas leyes son inmutables y nada ni nadie puede hacer       nada "sobrenatural", ni siquiera Dios, pues sería "ir contra Sí mismo".
Otros arguyen que, en realidad, son hechos de carácter simbólico, que       persiguen un fin ejemplarizante, empleando relatos a manera de parábolas,       sin que ello implique que sean hechos reales. ¿Ejemplarizante?. La       crueldad de ese Dios o dios, no me parece muy ejemplarizante,       precisamente.
Un dios que se pone a favor de un pueblo contra todos los demás a los que se masacra indiscriminadamente, por orden de ese dios o Dios, participando El mismo en tal masacre muy activamente, no me parece muy ejemplarizante.
Pero los creyentes y defensores de esta supuesta realidad bíblica buscan       apoyos en supuestas confirmaciones de la Ciencia para cada hecho narrado,
y en este caso nos relatan unos hechos acaecidos dentro de la Agencia       Espacial estadounidense, NASA, para demostrar que la Tierra sí se detuvo       en su movimiento de rotación, y presentan esa supuesta corroboración con       nombres y detalles que relataremos a continuación.
Los detractores, finalmente, declaran no haber podido confirmar esta       aparente confirmación científica, cuando han querido contrastar lo que       afirman los partidarios de la inspiración divina de la Biblia y de los       hechos que ésta relata, por lo que sospechan que se trata de una invención       o una manipulación tendente a arrimar el ascua a su sardina por parte de       los creyentes.
Se dice que Harold Curtis, Presidente de la Compañía de Motores Curtis de
Baltimore, y Consejero de Proyectos Espaciales habría contado la siguiente
anécdota:
       
"Hace poco les sucedió algo impresionante a los astronautas y científicos       espaciales de Green Belt, en Maryland.
Estaban calculando cuál sería la posición del Sol, de la Luna y de los       planetas dentro de 100 y de 1.000 años. Es un dato imprescindible si se va       a enviar un satélite al espacio para evitar que más adelante se estrelle       contra otros cuerpos. Se debe trazar la órbita del satélite teniendo en       cuenta su vida activa. Así pues, con la ayuda de un computador, hicieron       varios cálculos que abarcaban bastantes siglos, y de súbito la máquina se       detuvo. Una señal roja indicaba que había un error en los datos       introducidos o bien una disparidad entre los datos obtenidos y ciertos       parámetros. El departamento de servicios llevó a cabo una revisión y no       halló error alguno. Sin embargo, el computador señalaba que faltaba casi       un día en el cómputo de tiempo transcurrido en el espacio. No hallaban la manera de resolver el enigma..."

Continúa Harold su narración:
       
"Un integrante del equipo, que tiene profundas creencias religiosas       recordó que la Biblia menciona una ocasión, en la época del Antiguo       Testamento en que el Sol se detuvo casi un día entero.
Consultaron una Biblia, y en el Libro de Josué encontraron unas frases       absurdas para cualquiera con un mínimo de sentido común. Sin embargo allí estaban, en Josué 10:13.
El caso es que le dieron una orden al computador de que hiciera un cálculo       regresivo hasta la época de Josué y agregar el tiempo que, según las       escrituras el Sol había permanecido inmóvil.
El resultado que se obtuvo estaba bastante acertado, pero no del todo. El       tiempo faltante desde el tiempo de Josué era de 23 horas y 20 minutos, no un día completo. (La Biblia dice: "...casi un día entero").
Cada palabra de la Biblia tiene importancia. Los científicos estaban       confusos.
Si uno no logra explicar un desfase de cuarenta minutos se va a encontrar       con problemas dentro de 1.000 años. Había que encontrar esos cuarenta       minutos porque en las órbitas de los planetas se pueden multiplicar.
La misma persona que había sacado a colación las Escrituras recordó,       entonces, otro pasaje en que se cuenta que cierta vez el sol "retrocedió".
Los técnicos espaciales le dijeron que debía estar loco, pero no tuvieron       más remedio que echar mano de la Biblia y leer 2 Reyes 20. En este pasaje,      Isaías, como señal de que se cumpliría una profecía que le había dado a       Ezequías, le pidió al Señor que el Sol retrocediera diez grados. Diez       grados equivalen exactamente a cuarenta minutos. Las 23 horas y 20 minutos de Josué más los cuarenta minutos de 2 Reyes 20 completan 24 horas que los viajeros espaciales tendrían que registrar en sus cuadernos de bitácora como el día faltante en el Universo".
       
Hasta aquí la supuesta declaración de Harold Curtis que los creyentes       bíblicos utilizan para confirmar que la Biblia no miente y que la Tierra,       efectivamente se detuvo para prolongar las horas de luz y facilitar con       éllo la victoria de Josué contra los amorreos.
Para tratar de explicar tal suceso, se ha hablado incluso de la       posibilidad de que un cuerpo celeste gigantesco pasara muy cerca de la       Tierra y moviera o inclinase el eje de ésta, por lo que el Sol se vería       más tiempo de lo normal, visto desde la ubicación geográfica correcta, que       sería la zona donde se encontraban los ejércitos en liza. Pero esta       explicación es una hipótesis que no se ha podido comprobar.
Descartamos el milagro por lo que ya hemos dicho: Nada hay sobrenatural,  En un caso se habla de la detención de la rotación de la Tierra y en el otro de un "retroceso" en el tiempo de cuarenta minutos. Total: 24 horas       perdidas en el tiempo. Nos falta un día.
Pienso que el ordenador de la NASA no podría detectar esa pérdida de       tiempo si no se le han introducido los datos correctos, y esos datos no se       introdujeron porque a nadie se le ocurrió tal cosa, por lo que no creemos       en la supuesta confirmación científica.
¿Y si no fué el Sol lo que lucía en el cielo en aquella dramática jornada       de muerte?.
Evidentemente volvemos a entrar en el campo de la elucubración, utilizando la fantasía para poder acercarnos a la verdad de lo que pudo haber ocurrido.
Según la fantasía, pues, tenemos en esta historia la presencia de un viejo       conocido nuestro: Yahvé, a quien el pueblo de Israel consideraba su Dios,       y a quien conocemos por otros nombres: "Jehová" y "Enlil", el hermano y       enemigo de "Enki". No es pues Dios, sino un dios con minúscula.
Tal vez encontremos la posible explicacion de lo que ocurrió de la mano de
la Ufología. Para éllo debemos desplazarnos desde Gabaón hasta Fátima, en Portugal, en el año de 1917, porque ahí puede estar la clave de tan       extraño suceso.
Para quienes encuentren nuestra postura irracional, les diremos que más       irracional nos parece suponer que la Tierra detuvo su rotación.
Recordemos lo que comentábamos sobre el llamado "Milagro del Sol",       ocurrido en Fátima, dentro de las supuestas apariciones ocurridas en dicho       lugar, y veamos si podría arrojarnos alguna luz sobre el suceso ocurrido       en Gabaón, cuando supuestamente la Tierra detuvo su rotación, o como dice la Biblia "el Sol se detuvo durante casi un día entero".
       
FATIMA, (Ante unos 70.000 á 100.000 testigos. 13 de Octubre de 1917):
       
"Una nube misteriosa apareció viniendo de España, o sea del Este y se       colocó en la vertical del Sol.
El cielo se abrió y el Sol comenzó a moverse vertiginosamente, provocando
el espanto entre la multitud.
El sol parecía ser "un disco plateado", que no cegaba a los testigos y       cuyos movimientos desafiaban todas las leyes físicas conocidas.
El doctor Almeida Farret comenta: "No era algo esférico como la luna, ni       tenía el mismo color ni los mismos claroscuros. Parecía ser una materia       pulida".
       
"...Pero lo más sorprendente es que el Sol comenzó a girar sobre sí mismo       a velocidad de vértigo y se "desprendió" de la bóveda celeste,       abalanzándose sobre la multitud espantada que creía que el astro rey se le       venía encima. Llegó a descender hasta TREINTA METROS CERCA DEL SUELO".
       
Es absolutamente imposible que el Sol haya descendido hasta treinta metros del suelo donde se encontraban los testigos. Cualquier mente medianamente racional sabe que éso no puede ser. Sin embargo, aún hoy día, y con los conocimientos que se tienen, todavía se sigue afirmando, (por parte de la Iglesia Católica y por los creyentes), que lo que ocurrió en Fátima tuvo como protagonista al Sol, lo que demuestra el poco interés que se tiene por la Verdad.
En un momento determinado, el "Sol" pasó EN VUELO RASANTE por entre la multitud, secando con su calor las ropas de los peregrinos, que se habían mojado por la lluvia.
El Sol es una estrella mucho mayor en tamaño que el planeta Tierra, y su       temperatura ronda el millón de grados centígrados.
Si se moviera, todo el Sistema Solar se destruiría.
Es imposible que entrase en la atmósfera terrestre, pasasen las nubes por       detrás de él, descendiese hasta treinta metros del suelo, y pasase en       vuelo rasante entre la multitrud.
Ese Sol era, por tanto, otra cosa.
¿Qué era en realidad?. ¿Una nave espacial?. De momento éso parece.
Una nave similar a la que se colocó sobre el cielo de Gabaón, que los       hebreos y los amorreos confundieron con el Sol, lo mismo que los       peregrinos confundieron el objeto plateado de Fátima con el Sol.
Esa nave parece ser el vehículo en que acostumbraba a desplazarse Yavéh, o Enlil, ese dios, ese anunnaki, que ya hemos visto en otras ocasiones tomar partido por un pueblo, el de los hebreos, en contra del resto de los       pueblos de la Tierra.
Esta podría ser, a nuestro modo de ver las cosas, la explicación a la       supuesta "detención del Sol" en el firmamento. Una nave refulgente, capaz       de iluminar una amplia zona. (En Fátima el "milagro" fué visto a más de 40
kilómetros de distancia).
Así pues, creemos que la Tierra no detuvo su movimiento de rotación en       Gabaón, ni lo hizo antes ni lo hará en el futuro, pues si lo hace, será el       final de este planeta.



 
 
 
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