Casuistica de 1989
CASUISTICA OVNI AÑO 1989 EN ANDALUCIA

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Referencia: 19890731 Tarifa (Cádiz)

OBSERVACION DE UN DISCO LENTICULAR SOBRE LAS 22,45 HORAS DEL DIA 31 DE JULIO DE 1989 EN TARIFA (CADIZ)


Un poco antes del día 01 de agosto de 1989, sonó el teléfono en el domicilio familiar de un Suboficial celador de la Armada, en la localidad gaditana de Tarifa, y que esa noche se encontraba de Servicio.

Este suboficial, que en esos momentos se encontraba en su casa cenando tranquilamente, cogió el teléfono, ignorando que iba a ser el protagonista de un suceso que lo iba a marcar para toda la vida. Al otro lado de la línea sonó una voz. Era un miembro de la Guardia Civil que le informaba sobre unas luces que unos niños decían haber visto en el mar, cerca de la orilla.

Temiendo que se tratase de las señales de algún barco en peligro, le informaron del hecho, para que él, como responsable de la Armada en esas cuestiones investigara la procedencia de esas luces.

Nuestro protagonista colgó el teléfono y salió de su casa tomando el camino del castillo de Santa Catalina, que era el lugar más elevado en la costa tarifeña para observar la zona.

Comenzó el ascenso hacia el castillo cuando, al llegar a una meseta a mitad de camino, se paró en seco, asombrado por lo que veían sus ojos. No pudo explicar exactamente las diferentes sensaciones que recorrieron su cuerpo al encontrarse ante sí con algo tan diferente a lo que esperaba.

Recorriendo la costa, proveniente de la dirección donde se encontraba la ciudad de Cádiz, casi tocando el agua a una velocidad tremenda, se acercaba un gran disco de unos 200 metros de diámetro, apreciación que podría ser exagerada, de forma lenticular biconvexa, sin producir ningún sonido, y dando la impresión de flotar “como si la gravedad no le afectase”.

El gigantesco OVNI estaba iluminado como si fuese una gran lámpara fluorescente, de color blanco, que no molestaba a la vista.

Tenía aspecto de ser sólido, de bordes bien definidos, sin puertas ni ventanas visibles, ni ninguna estructura ni marcas apreciables. Tan sólo la inmensa y hermosa lente balanceándose ligeramente, siguiendo la línea de playa hasta el Islote de Tarifa.

Fue sobre la vertical de ese islote donde el objeto se detuvo, como dudando sobre qué dirección tomar. El testigo pensó que marcharía hacia Alborán, atravesando el Estrecho, pero no fue así. El disco reanudó su marcha, atravesando el mar y colocándose en la línea de la costa africana, muy cerca de Ceuta.

A una velocidad nuevamente elevada, el OVNI recorrió esa costa en sentido contrario al inicial, hasta el Cabo Espartal y, desde allí continuó rumbo al Sur, en dirección a Canarias, perdiéndose de la vista del asombrado testigo quien tardó unos minutos en recobrarse de la fuerte impresión.

El militar regresó a su domicilio, pensando cómo informar del suceso a sus superiores. Un informe detallando lo sucedido podría traerle graves problemas, pues sus jefes llegarían a dudar de sus condiciones mentales y de su aptitud para desempeñar sus funciones.

A la mañana siguiente, nuestro protagonista se acercó al Puesto de la Guardia Civil y, sin decir nada de lo observado por él la noche anterior, preguntó a los guardias si sabían algo más sobre las luces informadas por los niños.
La Guardia Civil le comentó que el asunto no tenía importancia, que se traba de unas esferas o pelotas luminosas que unos turistas extranjeros se lanzaban unos a otros, jugando.

El suboficial respiró aliviado. Si la Guardia Civil no sabía nada, él tampoco informaría de lo sucedido. Nadie sabía nada y no se metería en problemas de los que nunca sabes cómo podrás salir.

Y así fue cómo el hecho, aparentemente, pasó inadvertido y decimos aparentemente, pues podría haber otros testigos que tampoco, hasta el momento, se han atrevido a hablar, (el Islote es un pequeño fuerte militar, y alguien estaría de vigilancia, supuestamente).

Pasados los años, el protagonista del avistamiento comentó los hechos a un miembro de GEIFO, después de hacerse de rogar, y bajo la promesa de no revelar sus datos personales.

Mucho nos costó hacerle hablar, pero aquí queda reflejado el avistamiento, que él nos jura, (hasta por sus hijos) que tuvo una noche de verano del año 1989, a las 22,55 horas, en la costa gaditana, de un disco luminoso de gran tamaño, de origen y naturaleza hasta el momento desconocidos.

Fue sobre la vertical de ese islote donde el objeto se detuvo, como dudando sobre qué dirección tomar. El testigo pensó que marcharía hacia Alborán, atravesando el Estrecho, pero no fue así. El disco reanudó su marcha, atravesando el mar y colocándose en la línea de la costa africana, muy cerca de Ceuta.

A una velocidad nuevamente elevada, el OVNI recorrió esa costa en sentido contrario al inicial, hasta el Cabo Espartel y, desde allí continuó rumbo al Sur, en dirección a Canarias, perdiéndose de la vista del asombrado testigo quien tardó unos minutos en recobrarse de la fuerte impresión.

El militar regresó a su domicilio, pensando cómo informar del suceso a sus superiores. Un informe detallando lo sucedido podría traerle graves problemas, pues sus jefes llegarían a dudar de sus condiciones mentales y de su aptitud para desempeñar sus funciones.

A la mañana siguiente, nuestro protagonista se acercó al Puesto de la Guardia Civil y, sin decir nada de lo observado por él la noche anterior, preguntó a los guardias si sabían algo más sobre las luces informadas por los niños.

Investigador: Ángel Rodríguez Álvarez (GEIFO)

Documentación disponible: Boletín GEIFO, núm. 3, febrero/marzo 1998 e información de primera mano grupo GEIFO.

Comentarios: Rodríguez Álvarez conoce al testigo cuando se encontraba destinado en la Escuela de Suboficiales de la Armada en San Fernando (Cádiz), después de algún tiempo intentando cuenta su experiencia con la condición de que su nombre nunca fuera publicado.

Debido a que al día siguiente la Guardia Civil le comunica que se trataba de unos extranjeros, el suboficial decide no dar parte a sus superiores de lo ocurrido la noche anterior. No obstante, somos muchos los que opinamos que procede comprobar si existen antecedentes en el Cuartel de la Guardia Civil de Tarifa o en la Comandancia de Algeciras (Cádiz), que de alguna forma pudieran estar relacionados de forma directa o indirecta.

A pesar de no coincidir tamaño, ya que este y siempre el testigo tenía unos 200 metros de diámetro, los movimientos nos recuerda el incidente ocurrido la Playa de Caños de Meca (Cádiz) en el mes de agosto de 1974 (ver referencia 19740800 Caños de Meca). No comprendemos como un supuesto objeto de semejante tamaño no fue visto por nadie más.

Procede, al igual que en la referencia citada, a comprobar si desde donde se encontraba el observador se puede ver la Isla de Tarifa y Ceuta. Para finalizar, interesa volver sobre el testigo al objeto de aclarar las dudas que esta historia plantea.


Referencia: 19890810 varias localidades.

MULTITUDINARIO AVISTAMIENTO EN SEVILLA, HUELVA, MALAGA, CADIZ Y GRANADA SOBRE LAS 20,15 HORAS DEL 10 DE AGOSTO DE 1989.


Un multitudinario avistamiento OVNI tuvo lugar ese día en el suroeste español. Numerosos testigos de buena parte de Andalucía observaron atónitos las evoluciones de un singular objeto luminoso que permaneció en los cielos durante media hora aproximadamente. Algunos pudieron incluso fotografiarlo y filmarlo.

De los testimonios que se pudieron recoger, hay uno muy interesante. Es el ofrecido por Juan Fernández, funcionario del Ayuntamiento de Huelva y miembro de la Iglesia Presbiteriana. Buen aficionado además a la astronomía. "Serían las 9 y media de la noche cuando desde mi casa de Punta Umbría vi un objeto luminoso muy resplandeciente en dirección Este y a unos 45º sobre el horizonte. Era de color blanco celeste y mayor que cualquier estrella". El testigo tuvo ocasión de observarlo a través de su pequeño telescopio. "Pude ver que tenía forma de bombilla, con la ampolla hacia arriba y la parte del cuello hacia abajo -prosigue Juan Fernández-. Le salían tres patas o protuberancias en forma de trípode. A los diez minutos, sale de su parte inferior un objeto de menor tamaño con forma lenticular y de color anaranjado pulsante (...) Luego la "nave principal" empieza a disminuir de tamaño hasta desaparecer. El otro objeto siguió su descenso lentamente en dirección a Mazagón...”.

Horas después, unos vecinos de El Coronil hallan un OVNI estrellado y avisan a la Guardia Civil. Al alba, soldados norteamericanos acordonan la zona y efectúan un rescate en el que participan efectivos militares y un helicóptero. Se dijo luego que el OVNI era un globo estratosférico de investigación militar.

Investigadores: distintos investigadores.

Documentación disponible: Caso Ovni y lo Oculto, Diario de Málaga, Diario de jerez, ABC edición de Andalucía, Año Cero, Karma 7, video tomado en la provincia de Málaga y emitido por la emisora de TV Tele 5 y reportaje fotográfico de Rafael Cabello.

Comentarios: algunos investigadores afirman que el fenómeno tiene lugar el día 15 de agosto en lugar del 10, no aportando datos que justifiquen este cambio de fechas. En el catalogo UFOCAN Rodríguez Álvarez dice textualmente: “..Unos vecinos de El Coronil hallan los restos del OVNI…” Y añade: “…curioso que los militares estadounidenses acordonen la zona…”. Cosa que no comprendemos ya que estamos ante algo totalmente explicado.

Explicación: estamos ante un globo sonda de origen italiano lanzado desde Sicilia el día anterior (09-08-1989).

Referencia 19890922 Conil (Cádiz).

ENCUENTRO CON UN HUMANOIDE A LO LARGO DEL DIA 22 DE SEPTIEMBRE DE 1989 EN CONIL (CADIZ).


El 22 de septiembre de 1989 un hombre que se encontraba en el río Salado en la localidad de Conil (Cádiz) observa la presencia de un humanoide alto, que irradiaba un brillo metálico.

No recuerda nada hasta pasado el 29 de septiembre, fecha del encuentro de cinco jóvenes con dos humanoides en la Playa de los Bateles de la misma localidad.

Investigador: J. G. Blanco.

Documentación: referencia periodística.

Comentarios: se trata de una mera referencia periodística sin fundamente; que relacionan directamente con el encuentro de cinco jóvenes con dos humanoides en la Playa de los Bateles de la misma localidad (ver referencia 19890929 Conil).

A tratar con la debida cautela. Podemos estar ante un fraude.


Referencia: 19890929 Conil (Cádiz).

ENCUENTRO CON HUMANOIDES EN LA PLAYA DE LOS BATELES, CONIL, (CADIZ) EL 29 DE SEPTIEMBRE DE 1989.


Desde hacía aproximadamente un mes cinco jóvenes acudían a la caída de la tarde a la Playa de los Bateles en Conil (Cádiz) a ver unas extrañas luces que solo ellos veían.

Según el relatan estos testigos, con edades que oscilaban entre los catorce y los veintidós años, minutos antes de las nueve de la noche del 29 de septiembre de 1989 se vieron sorprendidos por la aparición, a unos treinta o cuarenta metros de ellos, de dos enormes seres vestidos con lo que parecían dos túnicas blancas, en los que no se apreciaban rasgos faciales ni tampoco extremidades.

Caminaban lentamente en dirección perpendicular a la población, ante el estupor del grupo de jóvenes, estupor que se transformó en miedo cuando vieron que la pareja cambiaba de rumbo y parecían dirigirse hacia ellos.

Los muchachos, tres chicos y dos chicas, salieron corriendo en cuanto los misteriosos personajes se encontraban a unos veinte metros de ellos. Mientras huían, la pareja de las túnicas cambió de rumbo nuevamente, retrocediendo sobre sus pasos.

Mientras los testigos corrían despavoridos, se paraban de vez en cuando, para observarlos con prismáticos, advirtiendo que los seres, supuestamente extraterrestres, no tenían pelo y su cabeza era muy blanca.

Entretanto, a un destello de una luz que se encontraba sobre el mar respondió, también con un destello, otra luz que se encontraba más alta, en el cielo. Existía pues, una relación entre ellas.

Cuando otro de los testigos miraba con los prismáticos, advirtió la presencia de un tercer visitante, éste de mayor altura que los otros dos y vestido con algo a semejanza de un mono de color negro muy ajustado al cuerpo. Esta vestimenta parecía estar hecha de un material muy extraño.

Poseía una cabeza enorme, blanca y sin pelo, totalmente desproporcionada con respecto al cuerpo. Como no había luna y la noche era oscura, perdieron de vista a este personaje, por lo que volvieron a prestar su atención a la pareja de las túnicas blancas, pareja que se sentó en la arena, mientras se pasaban entre ellos, repetidamente, una esfera luminosa del tamaño de una pelota de ping-pong. Después se tumbaron en la arena haciendo algo como un surco o hueco como si quisieran ocultarse de los muchachos. Fue en esos momentos cuando sucedió lo más extraño de toda esta historia y al parecer, lo que más impresionó a los testigos. La pareja de las túnicas se levantó momentos después, pero totalmente transformados.

Ya no eran dos seres indiferenciados, sino que se habían convertido en “él” y “ella”, en hombre y mujer. El hombre, alto y rubio, vestido con un pantalón que parecía vaquero y con camisa. La mujer, con pelo  largo, morena, con blusa y falda larga.. Es decir, que a los ojos de cualquier observador, eran dos personas absolutamente normales, tal vez un poco altas, pero normales. Dada la enorme cantidad de extranjeros que existen en Conil, sobre todo alemanes, no deberían llamar la atención. Los muchachos siguieron espiándolos.

Pero fue en ese mismo momento cuando las dos chicas del grupo se volvieron para mirar hacia el mar, advirtiendo algo, como una niebla que, a gran velocidad, se dirigía hacia la playa.

Uno de los muchachos enfiló los prismáticos hacia esa niebla y pudo ver que se trataba del tercer ser, el del mono negro, cuya talla parecía superar los tres metros y que, rígido, se desplazaba sobre la superficie del mar, como si levitase, y a gran velocidad, dejando tras de sí aquello que les había parecido niebla.

Pierden así la pista de la pareja inicial que, entretanto se dirige hacia la población y desaparece de la vista.

“Lo vimos perfectamente –dicen los testigos- aunque la distancia que nos separaba de él y la oscuridad nos impedía apreciar si tenía rasgos o no. Lo que desde luego no tenía, como tampoco los dos anteriores, era pelo o algo que se le asemejase”.

“Me quedé impresionado -comenta uno de ellos-. Era un ser enorme, como de tres metros, con una especie de mono negro puesto y esta vez sí que se le veían los brazos y las piernas. Me miró y se dirigió por la orilla, siempre como si estuviera por encima de la arena, hacia la zona de “La Fontanilla”, (parte Oeste de la playa).

El ser de negro creen los chicos que realizó toda una serie de movimientos para distraer al grupo de la pareja que se dirigía hacia la población de Conil.

Investigadores: Ángel Carretero Olmedo, grupo GEIFO y otros investigadores.

Documentación disponible: Diario de Cádiz, prensa regional y nacional, revistas de tirada nacional desde 1989 hasta nuestros días, información de primera mano grupo GEIFO, información de primera mano Ángel Carretero Olmedo, consideraciones redactadas por José Ruesga Mintiel, informe psicológico redactado por el Doctor Calvo Mauri, programas de TV y radio desde 1989 al año 2010. Libro titulado “Humanoides en Conil: un estudio polémico”, editado por la Fundación Anomalía de Santander, autor Ángel Carretero Olmedo.

Comentarios: sin ninguna duda estamos ante el caso estrella de la ufología gaditana, andaluza y nacional con todo tipo de repercusiones. A pesar de haber tenido lugar hace más de 20 años aun hoy en día sigue estando de actualidad debido a la mentalidad de determinados investigadores. Fue esgrimido como argumentación al caso ruso y viceversa.

Como autocrítica, hacer constar que publicamos muy pronto la explicación. Deberíamos haber callado unos días más al objeto de poder haber elaborado algo más nuestros argumentos. No obstante, lo dicho en su día es totalmente valido en estos instantes y a lo largo de los años no se ha podido aportar nada nuevo en contra de nuestras explicaciones.

Rodríguez Álvarez habla en UFOCAN de “fraude elaborado”, expresión que no es del todo acertada. Da la sensación de ser algo premeditado. Tal como dice Calvo Mauri, lo ocurrido allí fue fruto del consenso: ven algo, esperan la llegada de un amigo, cuando llega le cuenta a este lo que han visto y entre todos –bajo la dirección del recién llegado- elaboran un guión.

A raíz de dar a conocer la explicación hemos recibido criticas o expresiones tan pintorescas como “lacayos del vampiro valenciano” (ver La Quinta Columna) y otras que nos da vergüenza reproducir aquí.

Lo que realmente ocurrió allí se puede resumir en muy pocas palabras: ocurren una serie de sucesos al mismo tiempo y en el mismo espacio geográfico que nadan tiene que ver entre si y los testigos, ayudados por Bermúdez, lo lían todo y elaboran un guión. En otras palabras: entre todos lo mataron y él solito se murió.

Referencia: 19891229 Conil (Cádiz).

OBSERVACION DE DOS FOCOS POR PARTE DE UNA PAREJA DE LA POLICIA LOCAL SOBRE LAS 01,55 HORAS DEL 29 DE DICIEMBRE DE 1989 EN CONIL (CADIZ).


Los miembros de la policía local de Conil (Cádiz) Lázaro Pérez Canto y Francisco Quintero Muñoz se encontraba patrullando por la localidad cuando sobre las 01,55 horas del día 29 de diciembre de 1989 observan dos grandes focos de luz que alumbraban hacia la Telefónica.

Se encontraban sobrevolando sobre las instalaciones de telefónica y los agentes se dirigen al lugar por la carretera del Pago del Zorro, a la altura del camping Los Eucaliptos detienen el vehiculo para observar mejor los focos.

Se apagan los grandes focos y se convierte en un pequeño foco de luz tenue que vuelve a iluminar las instalaciones y hacia unos 500 metros pasadas las instalaciones militares existentes en el lugar.

El objeto no producía ruido y según los agentes la observación duró entre 60 y 90 segundos.

Con posterioridad redactan un informe dirigido al jefe de la Policía Local de Conil.

Investigadores: J. J. Benítez, Ángel Rodríguez Álvarez y Ángel Carretero Olmedo entre otros.

Documentación disponible: La Quinta Columna, Editorial Planeta año 1990, información de primera mano grupo GEIFO y fotocopia informe redactado por los agentes de la policía local.

Comentarios: posteriormente a la publicación de este avistamiento en La Quinta Columna algunos investigadores, entre los que se encontraban Andrés Gómez Serrano, afirmaron que los agentes intencionadamente había alterado la fecha para no hacerlo coincidir con el caso estrella de la ufología española (ver referencia 19899929 Conil).

El grupo GEIFO pudo localizar a los testigos que ratificaron la fecha del incidente y nos entregaron copia del informe redactado a tal efecto.

De las declaraciones de los testigos y posteriores gestiones efectuadas podemos afirmar que lo que vieron esa noche los testigo fue el giro de un helicóptero en vuelo.





 
 
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